“Un buen vino no tiene que ser caro y en restaurante no debe pasar de 50 euros”

Un buen vino no tiene necesariamente que ser caro, e incluso un cocinero de prestigio como Jesús Ramiro considera que el precio de los vinos servidos en un restaurante no debería de superar los cincuenta euros por botella

Valladolid

Martes 09 de Julio de 2013

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Una mesa redonda, "Sin vino no hay comida que valga", ha reunido este lunes en Valladolid a los cocineros Jesús Ramiro, del Restaurante Ramiro's de Valladolid; José María Ruiz, de José María, en Segovia; y Francisco Martínez, de La Criolla, Valladolid.

Este debate ha cerrado las conferencias de la primera jornada del curso de verano de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) dedicado a "El Vino, un mundo cargado de placer", organizado en colaboración con el diario El Norte de Castilla.

Los tres cocineros comparten, además de su prestigio en los fogones, el hecho de que poseen bodegas en distintas zonas vitivinícolas de Castilla y León.

Jesús Ramiro, que elabora en Valladolid vinos amparados por Vino de la Tierra de Castilla y León, ha reconocido que el vino ha hecho mejores a muchos restaurantes, pero a su juicio ningún vino debería de costar más de cincuenta euros en un restaurante.

"Por mucho que sea de culto" y se pague mucho dinero por algunos vinos de renombre, "por esnobismo" en muchas ocasiones, la mayoría de los vinos no cuestan al hostelero más de 25 euros, ha indicado durante su intervención.

Por su parte, Jesús María Ruiz fue en su época uno de los emprendedores de Ribera del Duero, con la bodega Pago de Carraovejas en Peñafiel (Valladolid), desde la que después dio el salto a la zona de Rueda a través de la bodega Ossian en Nieva, en su provincia de origen, Segovia.

Francisco Martínez, cocinero del Comité Olímpico Español, participa en Quintana del Pidio, en la Ribera del Duero burgalesa, de la bodega Pago de Quintana.

Paco de la Criolla, como se le conoce en el mundo de la alta gastronomía, ha recordado que no hace muchos años el vino solo se vendía en cantinas, con medidas que iban del chato a la tinaja pasando por la cuartilla, la cántara o el pellejo.

Hoy en día, "sabes que tipo de mesa tienes sentada según el tipo de vino que pidan" los comensales, ha destacado durante su intervención en el curso, que se prolongará hasta el próximo viernes día 10.

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