Innovación y tecnología en la lucha contra la 'polilla de racimo'

El uso de la inteligencia artificial e Internet de las Cosas en el control de plagas en los viñedos de Rioja

Lunes 26 de Junio de 2023

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De izda. a dcha., estación agroclimática, difusor de feromonas, trampa y Lobesia atrapada

Las nuevas soluciones alternativas al uso de insecticidas para combatir plagas en la viticultura se están convirtiendo en la norma. En este contexto, el Proyecto de Investigación SIGIS está demostrando ser una herramienta eficaz en la lucha contra la Lobesia botrana, conocida comúnmente como la 'polilla de racimo'.

La Lobesia botrana representa una amenaza considerable para los viñedos, ya que favorece la propagación de infecciones por Botritis, un hongo que puede causar daños significativos a las uvas. Además, el cambio climático ha llevado a la plaga a colonizar nuevas zonas, ampliando su rango de altitud y, en zonas más frías, pasando de dos a tres generaciones por año.

Anteriormente, la forma más común de controlar a esta polilla era mediante el uso de insecticidas. Sin embargo, dadas las preocupaciones sobre el medio ambiente y la seguridad alimentaria, la legislación europea ahora exige una reducción del 50% en el uso de fitosanitarios en los próximos años. Por tanto, la búsqueda de alternativas que sean igual o más eficientes, pero a un coste comparable, se ha vuelto cada vez más importante.

Frente a este desafío, una solución en creciente adopción es la técnica de la confusión sexual. Este método, basado en la emisión de feromonas que dificultan a los insectos la localización de parejas para el apareamiento, disminuye su potencial reproductivo y, por tanto, la necesidad de utilizar insecticidas.

En plena marcha en su segunda temporada, el Proyecto SIGIS pretende controlar con precisión a esta plaga utilizando trampas electrónicas, estaciones meteorológicas y aerosoles de feromona conectados a Internet.

Este esfuerzo colaborativo fue iniciado por Grupo Rioja en alianza con las empresas tecnológicas ENCORE Lab y BIOGARD. Bodegas Bilbainas y Bodegas Campo Viejo realizan el trabajo de campo.

En el centro del sistema se encuentra la capacidad de detectar en tiempo real la presencia de los insectos adultos. Las trampas capturan y rastrean la polilla, delineando una curva de vuelo y enviando la información a la nube. Mientras tanto, las estaciones meteorológicas y las propias trampas recopilan datos sobre la temperatura y la humedad de las zonas de estudio.

Esta información se analiza para determinar los patrones de desarrollo de la plaga y establecer un sistema basado en las capturas. Al registrar los datos de vuelo en tiempo real, los técnicos pueden responder de inmediato a la presencia de la plaga si es necesario, sin la necesidad de ir al campo para contar manualmente los insectos.

El monitoreo constante es esencial debido a que las polillas no mantienen una presencia constante durante la temporada. Por el contrario, tienen varias generaciones, cada una con un impacto diferente en la cosecha. Estas generaciones están reguladas por la cantidad de calor presente en la región.

Los técnicos de Biogard explican que la cantidad de generaciones varía según las zonas. "Tradicionalmente, en Rioja hay áreas en las que se dan tres generaciones de polilla y otras en las que sólo se registran dos. El tiempo necesario para completar una generación depende en gran medida de la temperatura", afirman. Asimismo, advierten que el aumento de las temperaturas podría llevar a la aparición de una tercera generación de polillas en áreas que históricamente solo han tenido dos.

El uso de la técnica de confusión sexual ha aumentado en los últimos años debido a su eficacia demostrada y a su bajo impacto ambiental. En España, más del 10% de la superficie de viñedo utiliza sistemas de confusión sexual, porcentaje que asciende hasta el 20% en la DOCa Rioja.

Además de los difusores pasivos y los aerosoles, dos tipos de productos basados en la difusión de feromonas disponibles comercialmente, el Proyecto SIGIS está desarrollando un nuevo sistema de control de L. botrana adaptado a las características de La Rioja. Este sistema, utilizando los avances de la Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA), permitirá ajustar la cantidad de feromona liberada a las necesidades reales del viñedo, teniendo en cuenta factores importantes como las variables climáticas.

Este sistema inteligente de tres años de duración y con un presupuesto de 298.000 euros, cuenta con el apoyo de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja y está cofinanciado con fondos FEADER.

El Grupo Rioja promueve proyectos de investigación que mejoran la calidad de los vinos y la sostenibilidad de la región de Rioja, impulsando así la competitividad de sus bodegas y, por extensión, de toda la Denominación de Origen. Los resultados del proyecto se compartirán con todo el sector vitivinícola, promoviendo su competitividad y la gestión sostenible de recursos, lo que permitirá reducir el impacto ambiental de la actividad.

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