Vino tinto: la clave para una microbiota intestinal saludable y un corazón fuerte, según investigación

Un ensayo clínico con pacientes con enfermedad de las arterias coronarias demostró que el consumo moderado de vino tinto puede tener efectos positivos en la microbiota intestinal y la homeostasis rédox, lo que podría contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares

Miércoles 22 de Marzo de 2023

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Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition revela que el consumo moderado de vino tinto puede remodelar la microbiota intestinal en pocas semanas, cuyo papel en las enfermedades cardiovasculares es cada vez más reconocido por la ciencia.

El estudio, titulado "Wine Flora Study" y apoyado por la Fapesp, fue llevado a cabo por investigadores de varias instituciones de Brasil, Italia, Estados Unidos y Austria. En él participaron 42 pacientes con enfermedad de las arterias coronarias, quienes pasaron por dos intervenciones en un ensayo clínico conocido como cross over.

Durante tres semanas, los participantes consumieron diariamente 250 mililitros de vino tinto (un par de copas) producido con uvas merlot por el Instituto Brasileño del Vino especialmente para el estudio, y durante un período de tiempo idéntico, se abstuvieron de ingerir alcohol. Ambas intervenciones estuvieron precedidas por una pausa en el consumo de determinadas sustancias para que sus trazas fueran totalmente eliminadas del organismo.

En cada intervención, se analizó la microbiota intestinal mediante secuenciación de alto rendimiento 16S ARNr y se analizaron los metabolitos presentes en el plasma mediante el empleo de la técnica LC-MS/MS.

Los resultados del estudio indican que la microbiota intestinal sufrió una remodelación significativa tras el período de tiempo de consumo de la bebida, con predominancia de los géneros Parasutterella, Ruminococcaceae, Bacteroides y Prevotella, que son fundamentales para el normal funcionamiento del organismo.

Además, se observaron alteraciones significativas en la metabolómica plasmática, consistentes con la mejoría de la homeostasis rédox. Este proceso evita el llamado "estrés oxidativo", que induce enfermedades tales como la aterosclerosis.

Con estos resultados, los investigadores concluyeron que la modulación de la microbiota intestinal puede contribuir con los supuestos beneficios cardiovasculares del consumo moderado de vino tinto.

Sin embargo, el investigador Protasio Lemos da Luz, docente del Instituto del Corazón (InCor) de la USP, advierte que el consumo excesivo de alcohol es perjudicial y está asociado a aumentos de la mortalidad por cánceres, accidentes y muertes violentas.

El estudio sugiere que el consumo moderado de vino tinto puede interferir en la flora intestinal y en la metabolómica plasmática, explicando en parte los efectos beneficiosos del vino observados en estudios realizados en el transcurso de los años. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el consumo excesivo de alcohol puede ser perjudicial para la salud.

Lemos da Luz destaca que, en el caso del metabolito TMAO, aún se deben realizar investigaciones adicionales sobre sus efectos en la salud, ya que los análisis realizados en este estudio indicaron que los niveles plasmáticos no se modificaron durante el consumo y la abstención de vino.

Aunque otros estudios han identificado un aumento de esta sustancia como un marcador de eventos cardiovasculares a largo plazo, la interpretación de los investigadores sugiere que el lapso de tres semanas del estudio es demasiado corto como para que pudiera haberse concretado una modificación significativa.

Lemos da Luz señala que, cuando se trata de la aterosclerosis, existen básicamente dos vías de tratamiento: tomar estatinas, medicamentos que disminuyen los eventos cardiovasculares, o modificar el estilo de vida practicando ejercicios, evitando el tabaquismo, controlando la dieta y consumiendo moderadamente vino tinto.

En definitiva, el estudio muestra que el consumo moderado de vino tinto puede tener un efecto positivo en la microbiota intestinal y en la homeostasis rédox, lo que podría contribuir a los supuestos beneficios cardiovasculares de esta bebida. No obstante, se deben seguir realizando investigaciones para determinar con mayor precisión los efectos a largo plazo del consumo de vino tinto en la salud humana.

Fuente: The American Journal of Clinical Nutrition https://doi.org/10.1093/ajcn/nqac286

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