Lunes 31 de Enero de 2022
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Con los últimos datos disponibles a noviembre de 2021, en los últimos 12 meses las exportaciones españolas de vino se situaron en los 2.877,9 millones €, lo que representa un incremento cercano al 10%, según se desprende del último informe del OEMV. Unos datos que pueden parecer a priori buenos, pero que no lo son.
Los envíos internacionales de vino se situaron en 2.313,4 millones de litros, cantidad que sitúa el precio medio del vino español en el extranjero en tan solo 1,24 €/litro, el peor dato entre todos los países exportadores.
Si clasificamos el vino exportado en sus dos grandes grupos, envasados y graneles, comprobamos la gran polaridad y problema del vino español.
El vino envasado facturó 2.407,5 millones de euros, con un precio medio de 2,37 €/litro, para lo cual se enviaron 1.017,4 millones de litros.
Y en el lado opuesto, el vino a granel facturó tan solo 470,4 millones de euros, para lo cual se enviaron 1.296 millones de litros a un precio medio de tan solo 0,36 €/litro
En resumen, al margen de los intereses empresariales particulares, a España no le interesa, por su baja rentabilidad, el negocio del vino a granel, que lastra a la industria del vino española y a la economía del país. Máxime, cuando la gran mayoría del vino a granel que vende España lo hace a países como Francia o Italia, que lo embotellan en vidrio y lo vuelven a vender al público final a 3€, 4€ o 5€ el litro. Por otro lado, el vino envasado se sigue vendiendo a un precio medio muy bajo en comparación con sus principales competidores —Francia e Italia— teniendo en cuenta que la calidad del vino español no es inferior a la de los franceses e italianos.
En ambos casos, parece evidente que se trata de un problema de puesta en valor del vino de España en los mercados de destino, así como un cambio de mentalidad en el modelo de negocio del vino español.
Dos tipos de vino, por lo tanto, que funcionan de forma muy distinta y que también este año y en los meses más recientes, están evolucionando de manera distinta.
Con esta evolución desigual, los vinos envasados representan el 83,7% del negocio total español del vino en el exterior, mientras que el granel supone tan solo el 16,3% de negocio y más de la mitad del vino que se exporta (66%). Dicho de otro modo, tan solo menos de la mitad del vino español (44%) es útil económicamente hablando a nivel macro.
En lo que se refiere a los once primeros meses de 2021 (todavía no está disponible la información de diciembre), las exportaciones españolas de vino aumentaron un 10,3% en valor, hasta los 2.664,6 millones de euros y un +16,2% en volumen, hasta los 2.147,1 millones de litros. Es decir, en estos once primeros meses de 2021, España exportó 298,6 millones de litros más, facturando 248,5 millones de euros más.
La facturación de las exportaciones de los vinos envasados, crecieron en mayor medida (+11,6%) que la de los vinos a granel (+4,2%). Al contrario, las ventas en volumen de los vinos a granel, crecieron en mucha mayor medida (+25%) que la de los vinos envasados (+6,1%). En consecuencia, las exportaciones de los vinos envasados se revalorizan en estos once primeros meses de 2021 (+5%), destacando el aumento del precio medio de los vinos espumosos (+22% o 50 céntimos más) y el de los vinos con DOP (+7,4% o 28 céntimos más por litro), que alcanzan los 4,00 €/litro.
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