2012 se perfila como una cosecha de vino de calificaciones excelentes, según la enóloga Elena Adell

La gran calidad de la uva que se está cosechando estas semanas en la vendimia española apunta a una añada de vino excelente en muchas de las denominaciones e indicaciones de origen vitivinícolas con vides en regadío, según ha avanzado la responsable de enología de Domecq Bodegas, Elena Adell.

Adell ha explicado que, "después de dos años secos", los viñedos que sistemáticamente han contado con riego "han vegetado bien, dando buen fruto y muy concentrado, lo que proporcionará vinos de una gran calidad".

Tras la recogida de más de ocho millones de kilos de uva en la Rioja Baja, la enóloga, que supervisa la calidad de las plantas en las seis bodegas del grupo Domeq -que están repartidas entre las denominaciones de origen de Rueda, Ribera del Duero, Rioja y Navarra-, ha indicado que ha visto un fruto cosechado "excepcional".

Mientras que en las zonas de secano estricto, sin aporte hídrico extra, sí que se ha podido producir una merma de producción, Adell ha insistido en que la uva es excepcional donde está en regadío, "el equivalente a cuando una añada se califica de excepcional".

Ha explicado que antes de que cada consejo regulador califique la añada, que se producirá previsiblemente a primeros de 2013, hay que esperar a conocer los parámetros analíticos de los vinos por las estaciones enológicas y los resultados de los controles de los comités de cata, en los que participan todos los agentes del sector.

Adell ha comentado que, aunque lo deseable es que haya cantidad de uva y de buena calidad, si hay que elegir entre cantidad y calidad ella prefiere esta última, aunque también hay que ponderar "en estos momentos de crisis la importancia del precio para el consumidor".

En cuanto a las tendencias del mercado vinícola, ha confirmado que "España, como buen país productor, valora la investigación e innovación (I+D) y está con los ojos muy abiertos" sobre las últimas novedades.

"Percibo que el consumidor sabe cada vez más de vino, que tiene criterios para elegirlo, y ahora da mucha importancia a la relación de la calidad y precio", ha remarcado, tras explicar que ahora cada persona "busca el vino que más le gusta y sabe el precio que es capaz de pagar por él".

En su opinión, las bodegas "están enfocando los desarrollos de los vinos para cubrir esas expectativas del consumidor", que "ha cambiado el gusto y su percepción".

"La demanda pasaba antes por monovarietales muy estructurados, de mucho color y potencia, y ahora los gustos retornan hacia vinos más delicados, más fáciles de beber y encajar en cualquier momento de consumo, de ahí la mezcla de variedades", ha detallado.

A su juicio, el consumidor valora en estos momentos las singularidades que existen en países que han mantenido sus variedades de vides autóctonas y les hace distinguirse en el mercado.

En cuanto al descenso del consumo interno de vino, se ha mostrado a favor de apoyar "dos ideas que confluyen: la de un consumo responsable y la de que el vino es un alimento que se ha de incorporar para que la dieta sea equilibrada".

"El vino no debería servir para emborracharse, hay que disfrutarlo y, cuando lo haces así, es muy bueno y tan saludable como tomar fruta", según Adell, quien defiende beber una copa en la comida y otra en la cena, "con lo que subiría el consumo per cápita gracias a uno de los componentes de una dieta equilibrada.