El valor de las importaciones de vino en Italia se dispara un 18,7% en 2023, alcanzando los 547 millones de euros

El panorama vitivinícola de Italia ha experimentado cambios significativos en 2023, marcando un año de récords y de fluctuaciones en el mercado según el último informe del OEMV. A lo largo del año, Italia no solo ha gastado más que nunca en importaciones de vino, alcanzando la cifra récord de 547 millones de euros, sino que también ha visto cómo los precios alcanzaban cotas no vistas en más de dos décadas.

El incremento en el gasto del 18,7% respecto al año anterior pone de manifiesto una tendencia clara hacia la valoración de vinos de mayor calidad o coste más elevado. Para poner esto en perspectiva, en 2020, el gasto italiano en importaciones de vino era de 277 millones de euros, lo que resalta el impresionante crecimiento en solo tres años. No obstante, a pesar del aumento en el valor, el volumen de vino importado ha visto un descenso del 11,2%, situándose en 169 millones de litros. Este dato contrasta drásticamente con los 276 millones de litros de 2021, una caída que subraya cómo el aumento de precios está afectando a las cantidades adquiridas.

El precio medio por litro ha sido otro de los grandes protagonistas del año, situándose en 3,25 euros, un 33,8% más que el año anterior y el precio más alto registrado desde el año 2000. Este encarecimiento refleja cambios en las preferencias de consumo, con una inclinación hacia vinos de mayor prestigio o de especialidades más selectas.

En cuanto a los proveedores, España y Francia juegan roles fundamentales, aunque distintos, en el mercado italiano. España ha consolidado su posición como el principal proveedor en volumen, representando el 80% del total importado por Italia. Sin embargo, cuando miramos el valor, Francia domina con un 75% del gasto total. Este fenómeno se debe a los altos precios medios del vino francés, que alcanzan los 17,59 euros por litro, cifra que contrasta enormemente con los 59 céntimos por litro del vino español. Esta disparidad en el precio sugiere una apreciación considerable por los vinos franceses, posiblemente debido a su reconocida calidad y exclusividad, especialmente en categorías como los espumosos, cuyo valor ha aumentado exponencialmente en los últimos años.

Este dinámico entorno del mercado del vino en Italia refleja una serie de tendencias y preferencias que están moldeando el consumo y la importación de vino en el país. La apuesta por vinos de mayor precio y, presumiblemente, de mayor calidad, está redefiniendo el panorama vitivinícola en Italia, con un interés creciente en las variedades premium y un cambio gradual en las fuentes de importación. Estos cambios, junto con la evolución de los hábitos de consumo, están configurando un nuevo capítulo en la rica historia vinícola de Italia, un país con una tradición profundamente arraigada en el vino.