Austria: Un paraíso vinícola olvidado en el corazón de Europa

El “seeroir”, o cómo un lago define los vinos en Austria.

Miércoles 08 de Mayo de 2024

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Viñedos en Austria

Austria, rincón de Europa, a veces olvidado en nuestro sector, pero que combina con maestría el arte de la viticultura, ofrece un espectáculo de sabores y técnicas que capturan tanto el corazón como el paladar de cualquier amante del vino. Con un marco geográfico privilegiado, compartiendo latitudes con regiones tan renombradas como Borgoña, Austria goza de una posición única gracias a su diversidad climática y geográfica, que resulta en vinos con caracteres distintivos y profundamente arraigados en su terroir.

Situada en el corazón de Europa, rodeada por ocho países, Austria disfruta de una confluencia de influencias climáticas que moldean sus vinos de manera excepcional. El moderado clima atlántico del oeste se une al continental pannoniano del este, mientras que los frescos y revitalizantes vientos del norte contrastan con el cálido clima mediterráneo ilírico del sur. Esta amalgama de climas no solo dibuja el paisaje vitivinícola del país, sino que también define la singularidad de sus vinos.

Con 44.728 hectáreas de viñedos, de las cuales 11.772 se encuentran en Burgenland, Austria presenta una peculiaridad: mientras que en el resto del país dos tercios de los viñedos se dedican a uvas blancas, en Burgenland se pone el foco en las tintas, ocupando estas el 57% del cultivo. Neusiedlersee, al norte de Burgenland y a unos 50 km al sur de Viena, cerca de la frontera húngara, es un mosaico casi equilibrado de viñas, repartidas en una proporción del 49% en tintas y 51% en blancas.

Este enclave, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no solo es famoso por su belleza natural, sino también por su influencia en la viticultura de la región. La salinidad del Lago Neusiedl, junto con la humedad que aporta y las escasas lluvias, contribuyen a un microclima ideal para el cultivo de variedades tanto tintas como blancas. Es aquí donde la naturaleza ha sabido conjugar el sol, con sus 2000 horas anuales de luz solar, con el frescor que aportan los vientos del noroeste, permitiendo una maduración prolongada y saludable de la uva.

La diversidad del suelo es otro de los pilares que define la viticultura en esta zona. Según explica Dirceu Vianna Junior MW, los suelos varían significativamente, desde tierras negras hasta combinaciones de arena, grava y loess, dependiendo de la ubicación específica. Algunos viñedos muestran suelos ricos en hierro y guijarros de cuarzo rojo, especialmente cerca del lago, donde la arena predomina, añadiendo otra capa de complejidad a los vinos de esta región.

Los viticultores de Neusiedlersee, con frecuencia parte de familias que han estado produciendo vino durante generaciones, son verdaderos narradores de su tierra. Aplican filosofías de vinificación que no solo respetan la tradición, sino que también buscan expresar la individualidad de su terroir. Estos viticultores han abrazado el concepto de "seeroir", un término acuñado recientemente para describir la influencia única del lago en la viticultura local.

El término "seeroir", que incorpora la noción de terroir con un énfasis especial en la influencia del lago, captura la esencia de lo que hace única a esta región. No solo se trata de las características físicas del terreno, sino también de cómo el lago influye en todo, desde la temperatura hasta la biodiversidad y el microclima, afectando directamente las características del vino producido.

Durante un reciente masterclass, se discutió cómo el "seeroir" no solo es un factor crucial para definir la calidad y el carácter de los vinos de Neusiedlersee, sino que también representa un punto focal para la comunicación y el marketing de estos vinos únicos. Las variedades como Zweigelt, Blaufränkisch y St. Laurent, junto con Grüner Veltliner y otras blancas, muestran características distintivas que reflejan directamente este impacto.

El enfoque en el "seeroir" ha llevado a los viticultores y comercializadores de la región a pensar más allá del terroir tradicional, considerando todos los elementos que hacen especial a su entorno. Esto se ha traducido en estrategias innovadoras para comunicar la singularidad de sus vinos, intentando transmitir a cada consumidor "el lago en cada gota".

Esta interacción entre el clima, el suelo y el ardor humano por la viticultura se refleja en cada botella que proviene de Neusiedlersee, haciendo que cada sorbo sea una verdadera representación de su origen, marcado indeleblemente por el carácter inconfundible del lago que define esta rica y embriagadora esquina de Austria.

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