¿Sólo aprendes de vinos para venderlos mejor?

Aprendes por placer.

Aprendes por necesidad.

Aprendes por obligación.

¿Cuál es el fin de tu aprendizaje?

¿Por qué aprendes?

El aprendizaje y el desaprendizaje son caminos que recorres toda tu vida y la meta es el conocimiento y a veces hasta la sabiduría. El vino es el gran maestro vital porque gracias a él el ser humano se conoce mejor tanto en soledad como en comunidad. El vino fue en su día un aprendiz hasta llegar hoy a tu boca. ¿Qué aprende un vino para conectar contigo y hacerte experimentar deleite?, ¿qué necesita una bodega aprender para crear un vino verdadero y valiente?, ¿qué haces tú por aprender sobre vinos y cómo venderlos?

Desde hace unos meses he decidido aprender más de vinos y he realizado dos formaciones una de ellas "Gestión de bar y cafetería" y la otra "Análisis sensorial de vinos", ambas me han aportado una visión global del vino y su entorno. Respecto a la última he tenido la fortuna de contar con el docente  Gaspar Andrés García y su experiencia y generosidad compartiendo materiales muy interesantes sobre vinos que me han facilitado mi acercamiento al universo del vino.

Como ya sabes soy filósofa y siempre comparto contigo que la Filosofía está en todo lo que haces, en los vinos también hay filosofía ¿en serio? Sí, la de quien lo crea. Conocer los vinos es necesario para venderlos pero aprender de otras ramas del conocimiento humano propicia tener una perspectiva más completa de lo que significa un vino. Cuando vendes tus vinos comunicas desde tu conocimiento y experiencia en vinos pero ¿has probado a conectar tu sabiduría vinícola a otros saberes? Te sugiero un experimento: la próxima formación que vayas a realizar que no sea sobre vinos e intenta después descubrir relaciones entre ella y tus vinos, después conecta lo aprendido con tu bodega y aplica lo aprendido a tu comunicación. Al igual que la Filosofía está en toda actividad humana, el vino baña muchos saberes y creando sinergias peculiares. Además aprenderás de otras sabidurías y tu cabeza descansará de la creación de vinos, ya sabes que el descanso forma parte de la creatividad. ¿Te animas a hacer la prueba?

Lo sé suena raro, una filósofa formándose en vinos para conocerlos mejor, recuerda que una de mis pasiones, y continuar creando libros sobre vinos y Filosofía; si sólo me formo en Filosofía mi mirada sería tuerta, necesito mirar la complejidad de la realidad para entenderla y comprenderla mejor. Si amar es conocer, cada vez me apasiona más conocer al vino.

¿Te atreves a aprender de las conexiones del vino con otros saberes?

Un abrazo vinosófico, Carmen Bengoechea Bernal

PD: si he despertado tu curiosidad puedes escribirme a [email protected]