La cata de aguardientes que prepara a los futuros profesionales de Galicia

A medida que el sol se ponía sobre Vigo, un grupo de veinte estudiantes se adentraba en una experiencia que prometía ser tan enriquecedora como espiritual. El Centro Veciñal e Cultural de Valladares, un lugar que usualmente acoge eventos comunitarios y actividades culturales, se transformó por un día en un santuario dedicado a la veneración de los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia, gracias a la iniciativa del taller dual de empleo "VIGO CAPACITA IX".

La cita no era casual: el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas de los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia decidió llevar a cabo una cata especial dirigida a los alumnos del taller, divididos entre futuros expertos en "Cocina" y "Servicios de Restaurante". Estos jóvenes, de diversas edades y trayectorias, se encontraban ante la oportunidad única de sumergirse en el corazón líquido de Galicia, bajo la guía de Sonia Otero, vicepresidenta del Consejo Regulador y enóloga de reconocido prestigio.

La sesión de cata propuso un viaje sensorial a través de tres aguardientes de Orujo de Galicia: uno de albariño, que seduce con su elegancia; uno de godello, de aromas intensos y característicos; y un híbrido del Ulla, que representa la innovación dentro de la tradición. Además, los estudiantes exploraron las complejidades de un Orujo de Galicia Envejecido, cuya maduración en barrica le otorga una profundidad y una riqueza de matices incomparables, y un Aguardiente de Hierbas de Galicia, donde cada sorbo es un paseo por el campo gallego.

No menos importantes fueron el Licor Café de Galicia y el Licor de Hierbas de Galicia, que representan dos de las expresiones más populares y apreciadas del saber hacer gallego en materia de licores. Estos productos, emblemáticos de la región, no solo capturaron la preferencia de los estudiantes por su sabor, sino también por la historia y la cultura que destilan.

La relevancia de esta formación radica en su capacidad para conectar a los estudiantes con una parte esencial de la herencia cultural de Galicia. Aprender sobre los aguardientes y licores no se limitó a conocer su proceso de elaboración o cómo degustarlos adecuadamente; fue también un acercamiento a la tradición, a la tierra y a la comunidad que los ha mantenido vivos a lo largo de los siglos.

Esta tradición destilada, que data de siglos atrás, ha encontrado en el Consejo Regulador un verdadero campeón. Desde su fundación en 1993, el Consejo no solo ha trabajado para proteger estas bebidas, sino también para promover su conocimiento y apreciación. La actividad en Valladares es un reflejo de este compromiso, una oportunidad para que los futuros profesionales de la cocina y la restauración gallegas no solo aprendan sobre los productos que sin duda formarán parte de su oficio, sino que también se empapen del espíritu de Galicia.

A medida que la cata llegaba a su fin, era evidente que los estudiantes no solo habían ampliado su conocimiento y aprecio por los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia; también habían conectado con una parte vital de su identidad como gallegos y como futuros embajadores de su cultura culinaria. Esta experiencia, sin duda, dejó una huella imborrable en sus corazones y paladares, preparándolos no solo para entrar al mercado laboral, sino también para ser custodios de una tradición que define a Galicia y la distingue en el mundo.