Descubriendo los vinos de Cádiz: escapada enológica

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Jueves 17 de Enero de 2019

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El vino habla. Lo sabe todo el mundo. Echemos un vistazo a nuestro alrededor. Consultemos el oráculo de la esquina; aquel a quien nadie ha invitado al banquete de boda; al necio. Habla, ventriloquiza. Tiene un millón de voces. Desata la lengua, nos saca los secretos que nunca pensábamos contar, secretos que ni siquiera conocíamos. Grita, despotrica, susurra. Habla de grandes cosas, de espléndidos planes, de trágicos amores y terribles traiciones. Suelta carcajadas. Ríe entre dientes. Llora ante su propio reflejo. Abre veranos pasados hace mucho y recuerdos que mejor sería olvidar.


Vinos de Cádiz

Este párrafo que encabeza hoy mi post es el principio de la novela Vino mágico de Joanne Harris, también autora del bestseller llevado al cine Chocolat. Los libros de Joanne Harris tienen mucho de placer de los sentidos y su descripción del vino es arrebatadora para todos los que disfrutamos de la curiosidad enológica. El vino es sin duda uno de los aspectos que más caracteriza la cultura de una región.

Vinos en Andalucía

Andalucía posee una tradición de siglos en el cultivo de la vid y en la elaboración de vinos amparados en un 70% en las seis denominaciones de origen de la zona. El clima suave, la escasez casi completa de heladas y las muchas horas de sol propician caldos de inmensa variedad y sabores profundos. En torno a ellos, se ha desarrollado una cultura del vino que engloba bodegas, museos y fiestas. En el artículo de hoy, quiero llevarte de la mano por los vinos de Cádiz y sorprenderte con la cantidad de actividades relacionadas con el vino que puedes encontrar en una escapada de enoturismo.

Enoturismo en la zona de Cádiz

Lo primero, encontrar un lugar donde hospedarse, porque esto no es cosa de un día. Busca alojamiento en uno de los hoteles de Cádiz y programa una escapada de fin de semana para hacer una ruta enológica. Investiga un poco más en las webs de las bodegas que te pongo porque hay de todo; desde la clásica visita con degustación, hasta spa de vino, Tai-chi en los viñedos, desayunos tipo brunch, cursos de cata y espectáculos de doma y de flamenco. Un sinfín de opciones.

Vinos de Cádiz

Jerez de la Frontera

Cádiz tiene ahora mismo 5 zonas diferenciadas, desde que los fenicios tuvieron la feliz idea de traer las vides alrededor del año 1100 A.C. El más conocido de sus vinos, que se ha convertido en uno de los grandes vinos del mundo, es el jerez (el sherry que los ingleses consideran el colmo de la sofisticación en un aperitivo). Así que, como no podía ser menos, la ruta vinícola por tierras gaditanas empieza en Jerez de la Frontera. De ahí son las Bodegas Domecq (probad el vino blanco Entrechuelos, con tonos cítricos y aromas florales), las González Byass (y su espectacular Finca Moncloa, con suave sabor a frutos rojos y especias o el famosísimo Tío Pepe) o la bodega Luis Pérez (donde te recomiendo el Garum, con recuerdo a ciruelas, cacao y café).

Bodega de Vino

Sanlúcar de Barrameda

La zona de Sanlúcar de Barrameda, cuyos campos plantados de viñedos se extienden hacia el Parque Nacional de Doñana, es la cuna del manzanilla. Perfecto para acompañar uno de los manjares de la ciudad: los langostinos de Sanlúcar. Exquisitos vinos en la zona son los de la Bodega Marqués del Real (el Tío Mateo, elaborado en esta bodega con el sistema tradicional de Jerez, es nuestra recomendación) y la bodega Hijo de Rainera Pérez Marín (de donde sale el manzanilla La Guita, con una frescura y una delicadeza que se resume en notas florales). Una de las más famosas de la zona es la Bodega Barbadillo, donde se encuentra el Museo de la Manzanilla.

El Puerto de Santa María

El Puerto de Santa María es una zona turística, no en vano se la conoce como la «Ciudad de los cien palacios». Pero no solo es la cuna del poeta Rafael Alberti, también nacen caldos de inigualable sabor como el vino blanco de Forlong (de la Bodega Forlong), con toques a albaricoque en nariz, equilibrado y fresco. Pero si hay algo que es conocido a nivel mundial en el Puerto es el toro de Osborne. Merece la pena visitar las bodegas origen del icono.

Bodega de vino Tío Mateo

Chiclana de la Frontera

Chiclana de la Frontera es la cuna en la que la bodega Sanatorio produce el Cream Arrumbao, un vino de color caoba, semidulce, rico en matices; y donde la Unión de viticultores ofrece el moscatel Don Matías, ideal para sobremesa por su sabor untuoso.

Arcos de la Frontera

En Arcos de la Frontera, la puerta a la Ruta por los Pueblos Blancos, la ciudad mira desde lo alto los viñedos de las bodegas Páez Morilla (que son los padres del Tierra Blanca, frutal y sabroso). Las Bodegas Rivero y las Bodegas Regantío ofrecen visitas guiadas que pueden sorprender al amante del vino.

Un artículo de Alejandra Sanchez
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