Ruta de enoturismo por Tenerife en 48 horas

Tenerife, gracias a su geografía volcánica, a los microclimas y a los alisios es un sitio privilegiado para el cultivo...

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Lunes 24 de Septiembre de 2018

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Tenerife, gracias a su geografía volcánica, a los microclimas y a los alisios es un sitio privilegiado para el cultivo de la uva. Tanto en la parte norte como en la parte sur de la isla, los viñedos se derraman ocupando laderas que llegan por encima de los mil metros de altitud. Los amantes del vino están de suerte porque la isla tiene cinco denominaciones de origen vinícolas que sorprenden gratamente a los visitantes. El aprecio a estos caldos maravillosos hace que surja un nuevo tipo de turismo: el enoturismo, que aprovecha para combinar las catas en bodegas con el turismo tradicional. En este artículo te propongo una ruta de enoturismo por Tenerife, una ruta que visita las bodegas más importantes de la isla en 48 horas. Solo asegúrate de no ser tú el que conduce.

Un poco de cultura del vino de Tenerife antes de empezar Las islas Canarias cuentan con una variedad inmensa de antiguas cepas europeas no injertadas (algunas de más de cien años de antigüedad) a las que, debido al aislamiento de las islas, nunca afectó la plaga de la filoxera del siglo XIX. La uva blanca tiene nombre de Listán, Albillo, Gual, Malvasía, Marmajuelo, Moscatel y Sabro. En tanto que en la roja está la Negramoll, la Tintilla, Moscatel negra, Prieto y Malvasía rosada entre otras.

Enoturismo en Tenerife

DO Tacoronte-Acentejo

La denominación de origen Tacoronte-Acentejo, ubicada en la vertiente norte de la isla, fue la primera reconocida en Canarias y la pionera en introducir vinos de maceración carbónica así como en la elaboración de reservas y crianzas. Cuarenta bodegas se unen bajo este nombre, pero destacaremos las dos más importantes. Empezamos la ruta por lo tanto en la vertiente norte de la isla, visitando las Bodegas Monje, en la que podemos hacer un brunch con unas impresionantes vistas, además de visitar y catar los vinos de la bodega. Para nosotros, increíble el Dragoblanco seco.

La década de los noventa unió en Bodegas Insulares al mejor equipo vinicultor de Canarias, que creó una escuela en la que las dos grandes referencias son el Viña Norte de maceración carbónica (con muchos premios a sus espaldas) y el Humboldt, de intenso aroma afrutado.

En la zona del Sauzal, muy cerca de estas dos bodegas también está La Casa del Vino: un museo donde se explica la historia del vino en Canarias.

 

DO Valle de La Orotava

En el noroeste de la isla, las viñas se mezclan con las plataneras en una denominación de origen que engloba La Orotava, el Puerto de la Cruz y Los Realejos. Zona de «guachinches» por excelencia donde pararse a picar algo, nuestra recomendación para maridar la comida es el vino Tajinaste o el Ciruelo, de la Bodega Suerte del Marqués. Curioso el sistema de cultivo de la vid, con el cordón trenzado: una trenza que se hace de forma manual para unir los sarmientos de la parra y elevarla del suelo y que hace imposible la recolección mecánica de la uva.

DO Ycoden Daute Isora

También en el noroeste de la isla, es la región por la que el vino canario alcanzó fama pues era exportado al resto del mundo desde el Puerto de Garachico hasta que la erupción del volcán Arenas Negras lo sepultara en 1706. Nuestras recomendaciones en esta denominación son el Viñátigo y el Viña Zanata, dos blancos que se cultivan entre los 300 y los 1100 metros de altitud en la ladera del Teide.

 

Visita al Teide

Nuestra recomendación es que aproveches para subir al Teide por la noche y disfrutes de una excursión en la que se combina la contemplación de estrellas desde el sendero a Pico Viejo con una cena diseñada por un chef de estrella Michelín. La excursión Atardecer y estrellas te servirá para ver el Teide y contemplar uno de los cielos más despejados del mundo (sin ninguna contaminación lumínica) y te permitirá disfrutar mejor de las denominaciones de origen que quedan, al día siguiente.

DO Abona

Los viñedos van de nuevo de los 400 metros a los 1700 sobre el nivel del mar. De hecho, la bodega que te vamos a recomendar —Altos de Trevejos— está en el municipio de Vilaflor, uno de los más altos de España y donde la uva es cuidada por un tiempo seco y soleado que le da sabor afrutado a unos vinos de una gran complejidad. En esta bodega, os recomendamos probar los espumosos de listán blanco y prieto.  También son muy destacables en esta zona vinos como el Flor de Chasna de la Bodega Cumbres de Abona.

 

DO Valle de Güimar

La Bodega Ferrera es nuestra última parada en esta enoruta. En el valle de Güimar, al sur de la isla, donde se cultivan vinos blancos, estos viticultores han empezado a comercializar el vino Atlanticum (80% syrah y 20% tempranillo) que se macera en una bodega submarina a 18 metros de profundidad.

Un artículo de Daniel Duarte
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