ENOLOGÍA PARA TODOS: La crítica en el mundo del vino

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Jueves 07 de Junio de 2018

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Según el diccionario de la Real Academia Española, criticar es analizar pormenorizadamente algo y valorarlo según los criterios de la materia que se trate. Hoy conoceremos un poco más otro de los oficios del mundo del vino: los críticos. Aunque en la actualidad nos parezca algo normal que haya guías, prensa especializada, blogs y hasta aplicaciones móviles de vinos, este es un fenómeno muy reciente.

Hace más de 7.000 años que consumimos vino a diario, pero las primeras críticas datan tan solo de los años setenta.  Antes el vino era considerado como un alimento más, y no nos planteábamos tantas preguntas sobre la elección del vino. Sociológicamente, el fenómeno de la crítica se debe al incremento del consumismo y debe su aparición a las lagunas de información que había en las certificaciones y los premios. Como vimos en el artículo de los concursos, muchas veces no sabemos lo que hay detrás de una medalla ni tenemos un comentario de cata del vino premiado y al consumidor se le hace muy difícil saber el porqué. Los primeros críticos vieron en esto un filón para empezar a comentar vinos y publicar sus impresiones en revistas especializadas.

A finales de los años setenta aparecen las primeras revistas especializadas en vino; al principio como suplementos especiales de revistas de gastronomía, pero eran muy esporádicos. No fue hasta los años ochenta cuando se produjo el auge de este tipo de revistas. Por dar algunos nombres, La Revue du Vin de France, que hace repaso de los vinos franceses nace en el año 81, acompañada y seguida por otras más pequeñas de carácter regional. En 1989 nace la guía española más reconocida y completa: la Guía Peñín, en la que cada año aparecen las notas de cata y puntuaciones de más de 10.000 vinos españoles y extranjeros.

Al otro lado del atlántico hay varios nombres conocidos por todos: las revistas Wine Spectator y Decanter, además del famoso crítico Robert Parker, abogado de profesión. En 1978 fundó la revista "El abogado del vino" que en cuarenta años ha pasado de 600 a 50.000 ejemplares, aunque su influencia va mucho más allá de la cantidad de revistas vendidas. El señor Parker, que abandonó la abogacía en 1984, sigue un sistema de notación adaptado al público americano y le acompañan una serie de expertos que catan decenas de miles de vinos al año. Es tal su influencia, que las malas lenguas dicen que las bodegas hacen vinos especiales para tener una buena puntuación de Parker, vinos "parquerizados" (en inglés, Parkerized): vinos poco ácidos, con bastante alcohol, aromas de fruta muy madura y mucha madera. Parker y sus críticas son en parte los responsables del aumento de precio de los vinos de Burdeos, sus favoritos: un Chateau Lafite que costaba en los años setenta unos cien euros ahora supera con creces los mil.

Desde la aparición de internet, los blogs y las aplicaciones móviles, todos podemos ser críticos de vino. Conocedores, profesionales o simples "bebedores" pueden dar a conocer su opinión del vino que han catado, dar una nota y compartir su experiencia. Sin embargo ser crítico es toda una profesión, y ser además reconocido es un gran prestigio tanto para la persona como para los vinos que puntúa.

No hay que olvidar que los críticos/as profesionales no son dioses y se deben a su propia subjetividad. Como vimos, el vino es inestable en el tiempo y polimorfo, depende de cada degustador en un momento determinado. Podemos leer las críticas como un valor añadido al vino que compremos, pero no son definiciones absolutas del contenido de la botella.

Para terminar, una frase del literato, cineasta y crítico francés Jean Cocteau: "La crítica compara siempre. Lo incomparable se le escapa".

Cristina Vegas es nieta del fundador de Avelino Vegas. Es licenciada en Biotecnología y cursó sus estudios de Enología en la universidad de Burdeos.Un artículo de Avelino Vegas

Un artículo de Avelino Vegas
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