¿Qué es la OIV?

Domingo 03 de Junio de 2018

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Concepto y objetivos

 

La Organización Internacional de la Viña y el Vino -en lo sucesivo OIV- es un organismo creado por un Acuerdo Internacional, de fecha 3 de abril de 2001 que sustituyó a la originaria Oficina Internacional de la Viña y el Vino, con sede en Paris, creada en el año 1924 y cuyos países fundadores fueron España, Francia, Italia, Portugal, Túnez, Hungría, Grecia y Luxemburgo.

La OIV es un organismo intergubernamental de carácter científico y técnico, con una competencia reconocida en el campo de la viña, el vino, las bebidas a base de vino, las uvas de mesa, las uvas pasas y otros productos derivados de la vid. Está compuesta por 46 Estados miembros, pudiendo ciertos territorios y organizaciones acudir a los trabajos de la misma en calidad de observadores. Entre los mismos se encuentran organizaciones como la Asociación Internacional de Juristas de Derecho de la Viña y el Vino, la Asamblea de las Regiones Europeas Vitícolas, la Unión Internacional de Enólogos, la Asociación Internacional de Sumilleres, El Centro de Recursos, Estudio y Valorización de la Viticultura de Montaña, la región autónoma de Ningxia Hui en China, etcétera.

Los objetivos más destacados de la OIV son los siguientes :

► Orientar y facilitar a los Estados miembros las medidas que permitan tener en cuenta las preocupaciones de productores, cosecheros, elaboradores, bodegueros, distribuidores, consumidores y demás actores del sector vitivinícola.

► Prestar asistencia y asesoramiento a las otras organizaciones internacionales, intergubernamentales y no gubernamentales, y en particular a las que desarrollan actividades normativas.

► Contribuir a la armonización internacional de las prácticas y normas existentes y, cuando sea necesario, a la elaboración de nuevas normas internacionales a fin de mejorar las condiciones de elaboración y comercialización de los productos vitivinícolas, tomando en consideración los intereses de todos los operadores del sector vitivinícola y, especialmente, de los consumidores.

Para la consecución de los objetivos expuestos, la OIV ostenta, entre otras, competencias en los aspectos siguientes:

► La promoción, guía y orientación de las investigaciones y experimentaciones de carácter científico y técnico.

► La elaboración, formulación de recomendaciones y seguimiento de su aplicación, de consuno con sus miembros, sobre las condiciones de producción vitícola, las prácticas enológicas, la definición y/o la descripción de los productos, el etiquetado y las condiciones de presentación y puesta en el mercado, los métodos de análisis y de apreciación de los productos derivados de la vid.

► Efectuar propuestas a los Estados miembros sobre garantía de autenticidad de los productos derivados de la vid, protección de las indicaciones geográficas y áreas vitivinícolas, y denominaciones de origen, así como sobre la protección de las obtenciones vegetales vitivinícolas.

► Contribuir a la armonización y adaptación de la normativa de sus Estados miembros.

► Participar en la protección de la salud de los consumidores y contribuir a la seguridad sanitaria de los alimentos por medio de una vigilancia científica especializada, promoviendo y orientando las investigaciones sobre las características nutricionales y sanitarias apropiadas;  a través de la difusión de la información resultante de dichas investigaciones a los profesionales de la medicina y la salud.

Un artículo de Alfredo Gómez Pascual
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