ENOLOGÍA PARA TODOS: El cambio climático y la noción de terroir en viticultura

El cambio climático es una realidad, y como la viña es un cultivo, depende del clima para crecer. Estos cambios...

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Jueves 01 de Febrero de 2018

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El cambio climático es una realidad, y como la viña es un cultivo, depende del clima para crecer. Estos cambios en la meteorología van a tener una incidencia directa en la forma que entendemos la viticultura. Como dijo el naturalista Charles Darwin: "Adaptarse o morir. Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio".

Las primeras plantaciones de viña que se hicieron en el mundo, hace más de 4.000 años, no se hicieron pensando en las mejores condiciones para la planta, ni mucho menos para hacer vino. No fue hasta el siglo XVI cuando se constató que unas zonas eran mejores que otras para plantar viña y así obtener una mejor calidad: se acuñó el concepto de terroir. El terruño, por su traducción en castellano, es el conjunto de condiciones en el que se desarrolla la viña, es decir: el suelo, la situación de la parcela, la altura, las temperaturas diurnas y nocturnas, las horas de sol, la cantidad de lluvia, la existencia de microclimas, etc. Con todos estos datos, se elegían los mejores sitios para plantar viña y muchos de ellos han perdurado hasta la actualidad, dando como resultado vinos de excelente calidad. Hoy en día, gracias a los avances en las técnicas de plantado y el cuidado, además de un mayor conocimiento de la propia planta, podemos permitirnos plantar viña en casi cualquier sitio, incluso en Finlandia, como vimos en otro post .

La viña es una plantación perenne, es decir, vamos a plantar una parcela que va a estar con las mismas plantas durante una media de 50 años; no vamos a rotar cultivos ni variedades. Debido a esto, la variedad que plantamos tiene que estar muy bien pensada, no solo para el presente, sino también para los años venideros. Además, se debe pensar en todos esos conceptos de terroir para obtener los mejores resultados.

Con el cambio climático, ya no podemos asegurar en el momento de hacer la plantación, que la climatología vaya a ser más o menos regular todos los años que dure la planta. Para adaptarnos al cambio, no hace falta arrancar todo y volver a plantar otra variedad mejor adaptada a las nuevas condiciones; podemos adecuar los distintos trabajos en la viña para tener una calidad de uva idónea independientemente de las variaciones del clima.

Sin dar recetas, por ejemplo: si vamos a tener más horas de sol, podemos dejar más hojas para que den sombra a los racimos y no se quemen; en zonas de mucha sequía, estará permitido regar durante unos meses determinados como ya se hace en algunas Denominaciones de Origen; por el contrario, en zonas con más lluvia, deberán adaptar el suelo para drenar mejor el exceso de agua.

Hay muchas cosas que pueden hacerse en la planta, pero siempre deben estar permitidas por la Denominación de Origen para no perder esa garantía de calidad. Y para futuras plantaciones, habría que pensar muy concienzudamente la posible evolución del clima para poder adaptar la planta desde el principio.

Como siempre, este tema da para largo, pero lo vamos a dejar aquí. Más adelante hablaremos de los trabajos de la viña para entender un poco mejor cómo podemos adaptar la planta a nuestras necesidades.

¡Hasta la semana que viene!

Por Cristina Vegas Gómez

Cristina Vegas es nieta del fundador de Avelino Vegas. Es licenciada en Biotecnología y cursó sus estudios de Enología en la universidad de Burdeos.

 

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