ENOLOGÍA PARA TODOS: Impacto de las heladas de primavera en la vendimia 2018 (I)

Como de todos es sabido, la meteorología del 2017 ha sido nefasta para la viticultura, entre las heladas de Abril, los granizos de Junio, y por si fuera poco, la sequía durante el verano.

La principal consecuencia ha sido un descenso importante de la cantidad de uva en Europa Occidental, sobre todo en España, Francia, Italia y Alemania. Otros países de Europa no han tenido problemas climáticos y han aumentado su producción, por ejemplo Portugal, Rumanía y Bulgaria. En el resto del mundo, Estados Unidos y Sudáfrica mantienen su producción y América del Sur aumentará en toneladas, al igual que Australia y Nueva Zelanda.

El peso de los tres primeros países productores (España, Italia y Francia), que se disputan las posiciones del podio cada año, ha hecho que la producción mundial sea un 8,2% menor que en 2016 (un año excepcionalmente bueno en calidad y cantidad). En total se producirán aproximadamente 246,6 millones de hectolitros.

Esto de las heladas no es nuevo, en el siglo XX hubo varios años nefastos en la producción mundial, pero este año es históricamente bajo desde la década de los 50. El peor dato es de  1957 con 173,8 millones de hl y 1961 no se queda lejos con 213,5 millones de hl. Las más recientes son 1991 y 1994 con aproximadamente 250 millones de hl cada uno. Sin embargo, hay que relativizar estos datos ya que probablemente había una superficie menor de viñedo pero con mayores rendimientos.

En las próximas semanas, para que no se haga tan largo, hablaremos un poco de qué pasa en la viña cuando hiela y qué puede hacer el viticultor para reducir las consecuencias de las heladas en las vendimias siguientes.

Por Cristina Vegas Gómez

Cristina Vegas es nieta del fundador de Avelino Vegas. Es licenciada en Biotecnología y cursó sus estudios de Enología en la universidad de Burdeos.