¿POR QUÉ NO ENTIENDO ESTE VINO?

Composición y fotos de Sussy Simmons Las personas más afortunadas  (quienes han tenido la oportunidad de atender una sesión de cata...

Sábado 11 de Noviembre de 2017

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Composición y fotos de Sussy Simmons

Las personas más afortunadas  (quienes han tenido la oportunidad de atender una sesión de cata o un "wine tour" con EXQUISITE RIOJA) ya saben por qué les gusta un vino.  Pero hoy quiero plantear la otra común pregunta reseñada en el título de arriba.

Digamos primero que somos víctimas de nuestro propio subjetivismo atroz que atenaza y constriñe nuestras percepciones sensoriales. Vamos, que generalmente no les hacemos caso. Y así nos perdemos tanto...

Os propongo algo muy sencillo: a la hora de tomar un vino desconocido, coged la botella y reparad en el tacto del vidrio y en la temperatura, que ha de contrastar con la de vuestra mano; leed la etiqueta sin ideas preconcebidas.  Servid el vino con alegría y, mientras lo oleis, volved al tiempo de la infancia, recordad aquellos aromas que impactaron vuestros sentidos, antes de que apareciera lo sexual; disfrutad los vivos destellos del vino en la copa.

En la fase olfativa, he de incidir en que no se trata de buscar/nombrar el aroma escondido o manifiesto (como hacemos los sumilleres/enólogos  enterados, con tanto marear el vino en la copa). De lo que se trata es de olisquear y dejarse seducir por el aroma predominante que lidere la familia o el acorde aromático dentro del vino.  ¿Que es  lácteo puro que embriaga la memoria olfativa?  Pues qué bien. ¿Que es aroma de piñones que se manifiesta como si no hubiese un mañana? Pues fenómeno.  ¿Qué sí, que huele a... eso, pero no se nos viene la palabra a la boca? Pues qué más da. Disfrutadlo, que si huele bien seguro que está rico.

Y luego en la boca dejad que las sensaciones sápidas, táctiles y aromáticas inunden la boca entera, desplegando oleadas de placer, que puede ser de una intensidad mayor o menor pero que si se produce,  es porque ese vino tiene sustancia. Por lo tanto a beberlo sin más y obviad –si es que las habéis leído- opiniones crípticas o literaturalizadas acerca del mismo.  Hoy en día hay mucho cuento y estamos perdiendo lo esencial que es nosotros mismos y el momento que estamos disfrutando de ese vino en particular.

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