Xylella fastidiosa, la bacteria que amenaza vides, olivos y otros cultivos ( Parte I )

Domingo 02 de Julio de 2017

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Parte  I  

 

Plaga bíblica, pandemia del siglo XXI, peste del siglo XXI, Filoxera del siglo XXI, Ébola vegetal del siglo XXI y muchos otros calificativos son las denominaciones que recibe la temible "Xylella fastidiosa", una bacteria descubierta a finales del siglo XIX en el Norte de California con un extenso rango de hospedantes que está produciendo gravísimos daños en cultivos tan importantes como los cítricos, la vid, el olivo, los almendros y frutales de hueso, árboles y plantas ornamentales, etcétera. Esta bacteria, convertida en la plaga vegetal más peligrosa de Europa y una de las más peligrosas del mundo, ya ha obligado a talar miles de olivos en la región italiana de Apulia en el sur de Italia, adonde llegó a finales de 2013, habiéndose detectado algunos brotes de la X. fastidiosa en algunos tipos de vegetales en Mónaco y el Sureste francés (Alpes-Maritimes y Córcega).

A España llegó el pasado mes de noviembre de 2016, confirmándose los primeros casos aislados de infección por la Xylella fastidiosa en algunas plantas ornamentales, olivos, acebuches, cerezos, almendros y otras especies arbóreas, arbustivas y plantas de la islas de Mallorca e Ibiza, única zona española en la que ha sido localizada esta bacteria letal. Así era hasta ahora, porque la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, de la Comunidad Valenciana, ha confirmado la primera detección de la bacteria Xylella fastidiosa en una plantación de almendros del municipio de Guadalest, en la comarca alicantina de la Marina Baixa. Se trata de una plantación cuyos ejemplares tienen más de 30 años de edad.

El mecanismo de infección es básicamente el siguiente: cuando la bacteria entra en un territorio, bien sea a través de una planta ornamental, un cítrico, una cepa o un olivo, la X. fastidiosa se esparce por la zona a través de un vector (normalmente un insecto chupador). Al alimentarse el insecto la planta penetra en su organismo y éste, a su vez, la transmite cuando va a alimentarse a otra planta, árbol o arbusto.

Su riesgo de introducción es muy elevado debido a la importación de material vegetal de muchas de las especies hospedantes, procedentes de países en los que ha sido detectada la bacteria (EE.UU, Canadá, Argentina, Brasil, Venezuela, México...). Todo el territorio del archipiélago balear está declarado zona demarcada por esta plaga y con ello se garantiza que no salgan de las islas ningún tipo de vegetal vivo. Son frecuentes las infecciones latentes (asintomáticas), lo que dificulta su detección, y la erradicación una vez detectada es muy difícil, por lo que la mejor estrategia es la prevención.

Juan Antonio Navas, investigador del Instituto de Agricultura Sostenible (Consejo Superior de Investigaciones Científicas – CSIC), afirmaba en una entrevista que el ser humano vive con la bacteria Xylella fastidiosa desde hace más de un siglo pero, hasta el momento, no se ha encontrado cura contra ella. Estas bacterias, decía, se introducen en el xilema de las plantas - a modo de aparato circulatorio – y al encontrarse en su interior los productos químicos no pueden combatirla. Además, al tratarse de una bacteria, quizá sería mejor algún tipo de antibiótico pero en la UE se encuentra prohibido por sus efectos sobre la salud humana.

El Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), aprobó en 2015, dentro del Programa Nacional para la aplicación de la normativa fitosanitaria, un Plan de Contingencia de la Xylella fastidiosa, de aplicación en todo el territorio nacional con excepción de las Islas Canarias, de duración ilimitada. En el se recogen las medidas que deben adoptarse contra la bacteria, con el objetivo de impedir su aparición y, en caso de que aparezca, actuar con rapidez y eficacia, determinar su distribución y aplicar medidas de erradicación.

La importación de las plantas de cítricos y vid, principales hospedantes de X. fastidiosa, está prohibida (Anexo III, Directiva 2000/29/CE). Para la importación del resto de vegetales destinados a plantación de especies hospedantes de X. fastidiosa, no hay requisitos específicos para esta plaga contemplados en la Directiva 2000/29/CE, aunque están obligados a ser sometidos, al menos, a un control fitosanitario en el país de origen previo a la exportación (necesario para la emisión del Certificado Fitosanitario), y a un control fitosanitario en frontera previo a su introducción en la Unión Europea (UE).

Un artículo de Alfredo Gómez Pascual
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