CEREBROS, SEXOS Y VINOS

En EXQUISITE RIOJA, proveedores de Rutas de Vinos en Rioja, entendemos que es bueno ser flexibles, que es sano revisar...

Lunes 01 de Mayo de 2017

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En EXQUISITE RIOJA, proveedores de Rutas de Vinos en Rioja, entendemos que es bueno ser flexibles, que es sano revisar conceptos, deshacerse de papeles escritos y modelos mentales quizá caducos y reestructurar modos de pensar y actuar y así no tener que volver a decir más que hay vinos con perfiles femeninos o vinos con carácter masculino.

Se publicó hace un un tiempo en PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America) un interesante estudio multidisciplinar para ver si hay pruebas del manido tópico de la existencia del cerebro femenino en contraposición a uno masculino... y parce que fue que no.  De los muchísimos cerebros de ambos sexos observados, en ninguna región cerebral se encontraron diferencias anatómicas que justifiquen el entresijo sexista. Ni en el grosor de la corteza cerebral; ni el tamaño de la amígdala; ni en las conexiones neuronales. Como tampoco  (eso ya lo sabíamos) en la socorrida predominancia de un hemisferio u otro del cerebro cuando, en realidad, en ambos lo que se da es una superposición o repetición: el mismo cerebro repetido en dos partes, simétricas  por si acaso una llegara a fallar.

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O sea, que adiós a los desvaríos sexistas; adiós a las diferentes conformaciones cerebrales por razón del sexo de las personas y, por tanto, ¡bienvenidos al sano disfrute sensorial de vinos hermafroditas! Para todos y todas. Vinos que (por mucho que se empeñe algún que otro departamento comercial) ni por ser blancos, ni espumosos, ni "brosé", ni dulces, ni moscatos, etc., son producidos para tal o cual espectro de condumidores/as. Claro, una cosa son cuestionarios con preguntas sesgadas (para hombres o mujeres) que buscan la respuesta que se quiere, y otra, observaciones directas de cerebros y sus diferencias anatómicas. Que no existen.

Lo que sí hay, y mucho, son costumbres sociales; o estereotipos mentales genéricos; o intereses bastardos; o el impacto de la teoría de los memes del etólogo Richard Dawkins.   Por eso, ya tampoco diremos que las mujeres son mejores catadoras que los hombres, Y sí que la manifiesta superioridad del olfato femenino radica -en parte- cuando una persona mujer hace uso de  una mayor fluidez verbal; y por otra  parte debido al hecho de que ciertas mujeres prestan más atención a los olores y están más en relación con ellos. O en todo caso que se pueda dar una relación entre las hormonas y los ciclos menstruales.

Y, claro, tampoco osaremos hablar de que las ventosidades –que dan ácido sulfhídrico y mercaptano de metilo- digan que las de las mujeres son más apestosas. O que una mujer -por el simple hecho de serlo- beba menos que un hombre.

Cultura, sensibilidad, equilibrio, salud, ganas de tener un sano disfrute y de vivir en armonía con la naturaleza y el medio ambiente.  O sea, todo eso que los vinos de calidad (de cualquier tipo) nos procuran a tod@s.

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