OPORTO MÁGICO

OPORTO MÁGICO

La historia de Oporto se remonta al siglo I a.C, cuando, bajo la dominación romana, la ciudad desempeñó un importante papel en la principal ruta comercial entre Lisboa y Braga. En aquella época, la ciudad era conocida como Cale o Portus Cale (el origen del nombre de Portugal), y estaba situada en las márgenes del río Duero, donde hoy se sitúan las ciudades de Oporto y Vila Nova de Gaia, precisamente adonde se encuentra el The Yeatman.

Entre los años 410 y 584, la región fue invadida por pueblos germánicos, los cuales tomaron el control de los romanos y convirtieron la ciudad capital, denominándola Braga. Sin embargo, el dominio de los germánicos sobre la ciudad no duró mucho tiempo, habiendo sido invadida con éxito por los visigodos en el año 584, que volvieron a bautizar a la ciudad de Portucalense. En el año 711, con la invasión de los moros por la mayor parte de la Península Ibérica, el control de la región no tardó en cambiar.

En el año 868, el conde Vímara Peres expulsó a los moros, controlando la región norteña desde el río Duero hasta el río Minho, región que constituyó el primer condado de Portugal (el Condado Portucalense), de esta forma creando una identidad nacional y asimismo la base de Portugal como país.

En 1386, el rey D. João I de Portugal, se casó con Filipa de Lencastre, hija del primer duque de Lancaster, el inglés John Gaunt, y estableció en el Tratado de Windsor una alianza militar entre Inglaterra y Portugal, la más antigua alianza entre países de todo el mundo.

Bendecida por el río Duero, durante los siglos XIV y XV, la ciudad de Oporto ha sido crucial en el desarrollo de la construcción naval portuguesa. Incluso, ha sido esta ciudad el puerto donde partió, en 1415, el Infante D. Henrique, el Navegador, para explorar la costa occidental africana, iniciando la Era de los Descubrimientos Portugueses. Bajo su comando, las islas de Madeira y Azores fueron conquistadas en 1419 y 1427, respectivamente.

Durante este tiempo de la historia de Oporto, su pueblo ganó el mote de tripeiros, porque en esta altura se enviaba para los marineros en los barcos toda la carne que había, dejándose para el pueblo de Oporto los restos que sobraban de la carne, como los callos.

Hacía el año 1700, el vino era ya una importante parte de la economía y hubiera contribuido en gran medida al desarrollo de Oporto, con embarcaciones conocidas como los barcos rabelos que servían para transportar barriles de vino desde los viñedos en el valle del Duero. En 1703, el Tratado de Methuen permitió el establecimiento de relaciones comerciales entre Inglaterra y Portugal, y en 1717 se efectuó la primera producción inglesa de vino de Oporto operando desde la ciudad de Oporto.

Los siglos XVIII y XIX han sido un período de crecimiento en la historia de Oporto, que todavía también han traído algunos conflictos. Las tropas napoleónicas invadieron a la ciudad en 1809, originando el caer del puente das Barcas debido al peso de la mucha población que intentaba escapar. Afortunadamente, las tropas francesas fueron bloqueadas por Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, que comandó pequeñas embarcaciones de vino con sus tropas para cruzar el río desde la margen sur del río, o sea, desde Vila Nova de Gaia.

El puente das Barcas fue el primer de muchos puentes a permitir cruzar el río Duero, en Oporto, ligando a las dos márgenes del río. Después de su derrocada, fue remplazado, en 1843, por el puente de suspensión Dona Maria II, cuyos pilares de sustentación aún pueden avistarse a lo largo del puente D. Luís. Este ha sido primer puente de hierro construido en Oporto. El primer puente ferroviario, denominado puente D. Maria Pia, que aún se puede avistar pero que se encuentra en desuso, fue proyectado por la empresa de Gustave Eifel y fue considerado una hazaña de ingeniería para la época.  Finalmente, el más famoso puente D. Luís, fue proyectado por Teophile Seyrig, antiguo socio de Eifel y se abrió al público en 1886. Icono de la ciudad de Oporto.

A finales del siglo XIX, en 1891, a la inquietud de los republicanos sucedió una revuelta en la ciudad, un evento clave en la historia de Oporto y de Portugal, que culminaría con la implantación de la República Portuguesa, en 1910.

DOURO, Historia de la región:

Las raíces de la región del Duero son muy profundas, retrocediendo hasta los tiempos de los pueblos primitivos. La historia de la región del Duero, íntimamente ligada a la producción del vino, permite entender los orígenes de dicha bebida así como de su paisaje.

Antes de estar bajo el mandato de ningún presidente, rey o emperador, el Duero fue una tierra sin gobierno, poblada por primitivos, que fueron los primeros en dejar huella en la región. Las pinturas rupestres del Valle del Côa pertenecen al período Paleolítico superior, hace unos 20 mil años. La presencia de la uva en la región se remonta unos 4 mil años, data de las semillas carbonizadas que se han hallado en las excavaciones arqueológicas de la región. Muchos de los castros que existen en la zona, como el Fuerte de Cidadelhe, en Mesão Frio, datan de esa época.

Con la llegada de los romanos, en el siglo I, se intensificó la agricultura en la zona, lo que se vio posibilitado por la red de carreteras y los numerosos puentes que construyó el imperio. La uva comenzó a adquirir tal importancia que existían pueblos agrarios dedicados exclusivamente a la producción del vino, como queda patente en la excavación arqueológica de Alto da Fonte do Milho, en Peso da Régua.

Después del siglo V los suevos y visigodos ocuparon las tierras del Duero, pueblos que acabaron por reunirse y cristianizarse. A estos les siguieron los musulmanes en el siglo VIII. Después de la instauración del reino portugués, el 5 de octubre de 1143 y bajo el mandato del rey Afonso Henriques (1109-1185), el primer monarca portugués, se inició la construcción de la catedral de Lamego.

Durante la Edad Media, en los siglos XII y XIII, la Orden de Cister se asienta en la región y se construyen monasterios como los de São Pedro da Águias, en Tabuaço, que contribuyó al desarrollo de la agricultura regional dando lugar a la creación de varias granjas en las laderas del Duero.

Con la prosperidad comercial y económica de la región, instalada desde el siglo XIII, la producción del vino continuó su desarrollo gracias a su transporte hacia Oporto a través del Duero, después de la demolición de los canales de pesca a instancias del rey Manuel I (1469-1521). Los descubrimientos marítimos (siglo XV y XVI) dieron lugar a un aumento de la circulación en el río dado que los viajes requerían grandes cantidades de vinos fuertes para saciar a los marineros.

Entre los siglos XVII y XIX Inglaterra se convirtió en el principal consumidor de los vinos producidos en la zona del Duero, lo que trajo como consecuencia la firma del Tratado de Methuen en 1703, por el que el Reino Unido concedía prioridad a los vinos portugueses y Portugal daba entrada libre a los tejidos británicos en el mercado nacional. La elevada demanda de dichos vinos por parte de los británicos provocó su adulteración mezclándolos con otros más baratos, lo que reducía su calidad pero aumentaba el lucro de los comerciantes. Las relaciones turbadas entre los productores, los comerciantes portugueses y los negociantes extranjeros se agravaron  con la crisis del sector vitivinícola, a mediados del siglo XVIII, provocada por una baja demanda de los vinos.

Sebastião José de Carvalho e Melo (1699-1782), más conocido como el Marqués de Pombal, vendría a cambiar la situación económica de la región, al crear la primera comarca vitivinícola regulada del mundo, demarcando el Duero Vinatero (1757-1761) con la colocación de grandes marcos de granito en el terreno, con la palabra "Feitoria". El secretario del estado del reino creó la Compañía General de Agricultura de los viñedos del Alto Duero, en 1756, con venta exclusiva del vino de Oporto desde 1807.

El Marqués de Pombal se vio envuelto en una trágica historia con una de las familias más importantes del reino y de la región del Duero, los Távora. Esta familia con un legado centenario, poseía propiedades en la zona del río Távora, en Mogadouro, en São João da Pesqueira y en Mirandela. El jefe de familia, D. Francisco Assis de Távora (1703-1759), detentaba títulos tales como el de conde de Alvor, el de Marqués de Távora y el virrey de la India, entre 1750 y 1754.

En 1758, la familia de los Távora fue acusada de un intento de regicidio, por un atentado contra el rey José I (1714-1777), que fue herido de un disparo en el brazo. D. Francisco y sus dos hijos fueron quemados y su hermana, D. Leonor, decapitada. Los otros miembros de la familia fueron detenidos aunque más tarde liberados por la reina María I (1734-1816), que creía en su inocencia. La primera reina de Portugal aumentó la región demarcada del Duero, entre 1788 y 1793, antes de que en 1907 el gobierno de João Franco (1855-1929) la extendiera hasta la frontera española.

El siglo XIX, en el Duero, estuvo caracterizado por las enfermedades que atacaron los viñedos, como el oídio y la filoxera, que finalmente acabaron por contribuir al desarrollo de la viticultura como consecuencia de las innovaciones biológicas y químicas que se introdujeron de cara a evitar dichas enfermedades. En el mismo siglo se comenzó la construcción de los ferrocarriles entre Oporto y la frontera española.

El paisaje actual de la región del Duero, caracterizado por las terrazas se llevó a cabo durante los años 70 con la aplicación de nuevas técnicas de plantación del viñedo, en distintos niveles y con muros de esquisto para delimitar cada nivel. Esta intervención del hombre en el paisaje contribuyó a que la UNESCO declarara al Alto Duero Vinatero Patrimonio de la Humanidad en 2001.

El rico patrimonio y la historia milenaria del Duero contribuyeron a la  creación de varios museos sobre la región como el Museu do Douro (1997) y el Museu do Côa (2010). Con el nuevo milenio también los espacios culturales comenzaron a ganar importancia, creándose el Teatro de Vila Real en 2004.

RECORRIDO EMOCIONANTE

Recepción en IVDP por el Presidente D. Manuel  De Novaes Cabral. Pequeña introducción de los vinos de Oporto. Actualmente sus cifras de exportación están en un 85%, insiste que en todo Portugal es difícil conocer los grandes vinos de Oporto solo una mínima parte en Lisboa.

Desde la cultura del vino, se ha llegado concretar que hay que transmitir más la cultura del vino portugués dentro de la propia región para poder avanzar plenamente en su conocimiento y llegar a las nuevas generaciones.

El tema de formación es también una base importante dentro del sector, están trabajando en ello para comunicar más, un valor añadido, una formación básica, historia, cultura dos fundamentos bastantes importantes para poder transmitir a la hora de catar un Oporto y que significado tiene, transmitir el patrimonio es cada vez más importante, el turismo, el interés por los grandes Vintage les animan a seguir un camino que creen lograrán llegar en pocos años.

El pasado año 2015 la producción fueron 82 millones de litros el 10%  de todos los vinos de Portugal. En cantidades 367 millones de euros fueron vendidos solo en vinos de Oporto. En Douro  más de 500 millones de euros.

Visitamos el laboratorio donde se analizan casi 9000 muestras cromatografia manteniendo la seguridad alimentaria, es uno de los requisitos más importante para ellos, el vino ha de ser placentero y sano a la vez, nos comenta el jefe de laboratorio. Se siguen normas muy estrictas no todo sirve para estar dentro de la D.O. cualificada del Oporto-Douro.

Visitamos el museo que lo recomiendo muy interesante, es gratuito y podemos encontrar desde una copa de vino servida a un vídeo explicando la vendimia. Las visitas guiadas suelen ser concertadas, pero con un coste muy simbólico aproximadamente 5 euros y sí decides comprar en la tienda alguna botella de vino es reembolsable, un gran atractivo para el turismo que se acerca a interesarse por el museo.

VISITA CAVES TAYLOR'S EN VILA NOVA DE GAIA

Antes de comenzar la visita Ana Margarida Morgado nos proponen efectuar el almuerzo armonizado con los vinos de la bodega. Poseen un restaurante BARAO FLADGATE, con unas vistas impresionantes al Duero, la gastronomía es exquisita rodeada de unas vistas excepcionales que me transportan al pasado cuando los barcos surcaban para transportar las barricas de vino, era como volver a vivir la reconquista de Cristóbal Colón un sentimiento abrumador y acogedor.

En la selección de la carta no tenía desperdicio, a cuál más suculento, como aperitivo comenzamos con los reconocidos Portonics, elaborados con vino de Oporto, una gran apuesta fresca y sincera para atraer a la gente joven, donde la frescura en boca te hace sentir miles de matices recorriendo el gran proyecto que elaboran en Oporto. Después de catar varios tipos de Portonics, que se pueden armonizar con cualquier plato salado, cítrico. En esta ocasión me decanté por un entrante de ensalada de pulpo, acompañado con un Portonic blanco, y como estamos en la zona donde el bacalao es la excelencia de Portugal me decido por él cómo entrante, que verdaderamente estaba delicioso.

Y para el postre, no tengo palabras para describir la sensación que experimenté un tocinillo con helado de limón caramelizado que no sabría cómo describir casi tocando el cielo en cada cucharada, elegante, sublime desde luego espectacular. Jamás había probado algo con tanta excelencia y calidad.

Después del almuerzo nos dirigimos a la bodega a la entrada me recuerda bastante a las bodegas de Jerez, techos altos, ventilación, suelo de arena, se respira vino por los cuatro costados.

La elaboración de los vinos de Oporto es particularmente curiosa, después de vendimiar la uva, pisarla toda, esperan a que el vino comience la fermentación y al tercer día la paran,  añaden aguardiente de 76 Grados que es lo que solemos denominar fortificado y se pone en tilas de 550, siempre de madera usada.

Un Oporto puede tardar en elaborarse todos los años que se le quieran dar. Cada año pierde un 2% de vino cada barrica.

Un dato y curiosidad muy interesante a saber es que cada año vacían cada barrica quitan el desfangado, limpian la barrica y la vuelven a llenar con el mismo vino de la añada. Un Oporto de 2007  por ejemplo podríamos estar haciendo este tipo de método hasta querer conseguir el de 40 años. Mucho trabajo e inversión. Un trayecto una historia desde luego para valorar cómo se merecen los vinos de Oporto.

• Vinos Catados: Quinta de Vargellas
• Oportos Catados:
• Oporto blanco seco - Taylor's Chip Dry
• Taylor's Late Bottled Vintage
• Taylor's Tawny 20 Anos
• Taylor's Vintage Quinta de Vargellas 2002
• Fonseca: Fonseca
• Vinos:
• Fonseca Bin 27
• Fonseca Terra Prima - oporto biológico
• Fonseca Guimaraens Vintage 2013
• Croft: Croft historia
• Vinhos:
• Croft Pink - el primero oporto rosado
• Croft Pink - Cocktails
• Croft Quinta da Roeda Vintage 2012

QUINTA DO PORTO

Inés Vaz nos explica todas las características de las viñas, 500 hectáreas de viñas divididas en varias regiones, solo elaboran con variedades autóctonas de la zona.

La exportación actual es del 60%  en total elaboran 13 referencias diferentes, siendo el volumen de botellas unas cifras interesantes.

Viña grande 2015 Douro, 120 hectáreas a 600 metros de altitud, obtienen una maduración más elevada debido al clima, más acidez. Crianza del 40% en roble durante 6 meses con batonage. 70.000 botellas un vino voluminoso con muchos balsámicos y una gran variedades de minerales.

Sus vinos blancos enfocan la frescura de la zona, vinos fáciles de beber,  no tienen proceso de envejecimiento guardando los aromas de juventud y frescura. Elaboran dos millones de botellas y su calidad es impresionante.

Papa Figos. Es un vino estructurado con fruta roja muy presente, compota de fruta madura, 6 meses de crianza en botella de este vino se elaboran un millón de botellas.

Viña grande Callabriga 2014.

Es la elegancia personalizada, sutileza, aromas de cedro incienso menta y eucalipto, frutos silvestres como la Mora y frambuesa. Se elaboran 120.000 botellas.

Y no podemos olvidarnos de las maravillosas vistas que nos deleitan desde esta bodega Quinta Do Porto, donde la serenidad es el valor añadido al momento. Un secreto encondido en mi habitación, una puerta, detrás de ella la maravillosa Capilla donde tenía balcón privado para meditar, no pude resistirme a abrir esa pequeña puerta alcanzada la madrugada, paz, sosiego y... poco más puedo añadir has de vivir ese instante. Las vistas desde mi habitación me abrumaron al despertar, y es que el instante era para recordarlo para siempre.

QUINTA DO SEIXO - PORTOS SANDEMAN - SOGRAPE VINHOS, S.A.

Localización: Quinta do Seixo está situada en la orilla sur del río Duero, en el Cima Corgo (Portugal), corazón de la Región Demarcada del Valle del Douro.

Se encuentra justo enfrente de la Quinta do Porto, proporcionando una impresionante vista sobre el río Duero, siguiendo el río desde Régua hacia Pinhão, se puede fácilmente encontrar esta propiedad antigua y moderna bodega perfectamente integrada en el paisaje.

Con un total de 99 hectáreas, 65 siendo para la siembra de cepas tradicionales del Douro, Quinta do Seixo es una de las mayores fincas de Sogrape en la región, produciendo tanto Portos como vinos Douro Doc.  Quinta do Seixo ganó el premio al Best of Wine Tourism en la categoría "Arquitectura, Parques y Jardines", asignado por las Great Wine Capitals. Ganó también el premio Turismo de Portugal, en la categoría "Nuevo proyecto privado".

Un interesante texto de 1877 describe cómo se pisaban las uvas en los lagares de piedra de esta quinta: "Los pisadores, con sus pantalones blancos remangados, forman tres filas de diez hombres cada una sosteniéndose por los hombros comienzan a pisar levantando y bajando los pies... una pequeña banda de músicos con tambor violín y guitarra, participa en la pisa".

Propiedad de Sogrape Vinhos desde 1987, en 2007 la compañía invirtió aproximadamente 7.500.000 € aquí en una bodega moderna, donde se producen vinos de alta calidad Portos y Duero DOP.

Con cerca de 108 hectáreas en total, la producción en la Quinta do Seixo se basa en 71 acres de viñedos seleccionados, plantados en terrazas.

Vinos Catados: Tawny Porto 10 años.Tawny Porto 20 años.Tawny Porto 30 años.Tawny Porto 40 años. Fondees Reserve Porto. Vau Vintage 2011 Porto.

QUINTA DO CRASTO

Pedro Guedes de Almeida y Manuel Lobo enólogo nos hacen descubrir las diferentes tipologías de las 80 hectáreas de viñas que poseen a 500 metros de altitud. Blancos frescos de poca graduación y versátiles.

Tienen viñedos viejos algunos de más de 100 años. Viña Teresa.  Proyecto de identificación en los viñedos viejos. Les permite entender el comportamiento de cada viñedo cada año. Así deciden cuando hacer las vinificaciones individuales en diferentes momentos de maduración. Actualmente ya tienen 49 variedades identificadas.

Primera añada fue la del 2003, vinos francos, con una vinificación típica bordalesa. Intercambian experiencias con Australia y Francia. Actualmente elaboran 50.000 botellas de Roquetas Casas, en total producen un millón y medio de botellas de las cuales el 75% son para exportación. 

QUINTA DE NÁPOLES. NIEPOORT

Carlos Raposo, enólogo de la bodega nos invita a descubrir el paisaje de su entorno, elaboran grandes cantidades, venden 600 mil litros. No tienen contrato con ninguno de los viticultores si la uva es de calidad la compran y la pagan a buen precio. El caso curioso es que si un año hay granizo o una mala cosecha no se compra la uva. Bodega fue fundada en el año 2007.

6 Fincas. Se analizan todas las muestras de cada una de ellas para lograr el producto que desean. El paisaje es maravilloso, donde el silencio predomina un lugar emblemático para ver un precioso atardecer.

Visitamos la sala donde guardan las grandes joyas de esta bodega, el paisaje es tan envolvente que no se respira nada más que tranquilidad, la cata de los vinos armonizada con quesos de la zona, y diferentes platos típicos portugueses hacen que la velada se convierta en una experiencia inolvidable. Los vinos catados fueron estos, siempre digo que una imagen vale más que mil palabras.

Visita al centro histórico de Oporto.

Recorrido fugaz por el centro historico, donde pudimos ver la gran inmesidad de lugares para explorar detenidamente, desgraciadamente no teniamos mucho tiempo pero pudimos disfrutar de el recorrido de un mercadillo tradicional de la zona, y la visita a una de las tiendas más emblematicas y curiosas de la zona, lo inimaginable allí lo encuentras. 

GRAN CRUZ PORTO

Y para broche final de este artículo unas interesantes combinaciones, donde los jóvenes se implican y disfrutan de los vinos de Oporto, un sitio donde es obligatorio visitar si vas a Oporto, por sus vistas, entorno, cócteles y gastronomía. Quiero destacar que los probé todos y me gustaron muchísimo, una idea innovadora para presentar en diferentes paises, el reto de la coctelería con Vinos de Oporto

Elaboran unos blancos muy interesantes con envejecimiento de 7 años. Suelen utilizar mucho una innovadora coctelería siempre elaborados con vinos sin reserva, quieren atraen a las nuevas generaciones, la gran variedades de cócteles que ofrecen en la terraza de su Restaurante con vistas a Oporto, música de fondo y relajación.

Un sitio divertido ameno, me agrada encontrar que la edad media de todas las personas que me encontré en la terraza oscilaba entre 20-25 años. Ofrecen también una visita guiada con la explicación como manera elaboran sus vinos, pueden asistir familias con niños un punto muy interesante a destacar, trasmitiendo cultura del vino e interés de los más pequeños.

Disponen de unas salas audiovisuales donde ofrecen una proyección en varios idiomas, puedes disfrutar de las imágenes de la vendimia, el pisado de la uva y las vistas tan maravillosas que ofrece el DOURO.

En definitiva Oporto nos ofrece tantas posibilidades tan desconocidas en España que me he quedado con ganas de volver lo antes posible para seguir investigando en sus elaboraciones, en esos blancos para la coctelería que me han enamorado completamente.

Aquí os dejo un vídeo donde podreis apreciar los maravillosos paisajes, los vinos, los momentos, que al fin y al cabo es lo que hace grande el mundo del Vino.

Mar Galván