¿Es conveniente decantar el vino?

La decantación, procedimiento mediante el cual se vierte el vino en un envase de cristal antes de ser servido a los comensales, suele tener como objetivo principal evitar que los posos de los vinos añejos pasen a la copa.

Aparte de esto, existen otras razones por las que los enófilos eligen decantar el vino: airear el caldo para que se oxigene, apreciar sus matices visuales en un envase incoloro y dar un toque de elegancia a la degustación son las más frecuentes.

Como norma general, se deben decantar oportos, vinos tintos de reserva, blancos de postre de buena calidad y vinos gran reserva (por ejemplo), ya que son los que pueden presentar sedimentos más visibles.

Los vinos jóvenes no necesitan ser decantados, salvo que se desee oxigenarlos para eliminar parte de los taninos. Este tipo de vino necesita más tiempo para oxigenarse. Por lo que se deben abrir y decantar unas dos horas antes de degustarlos, tiempo necesario para que respiren adecuadamente.

Cuando el vino ha permanecido almacenado por mucho tiempo los posos pueden darle una apariencia turbia, lo que afecta a su calidad visual. De ahí la conveniencia de decantar los vinos añejos. Sin embargo, este tipo de vino necesita menos tiempo de oxigenación, como máximo una hora. Si permanece más tiempo en contacto con el aire, el proceso oxidativo puede estropear su calidad.

Puesto que la conveniencia de la decantación tiene seguidores y detractores y, por otra parte, no se rige por reglas estrictas, en ocasiones puede surgir la incertidumbre sobre si vale la pena decantar cierto vino o no.

La mejor forma de salir de dudas es hacer una prueba.  Si queremos decantar un vino añejo, se puede probar primero decantando sólo un par de copas y compararlo con el vino de la botella. Una recomendación importante: antes de decantar un vino hay que mantener la botella en posición vertical durante 24 horas para que los sedimentos se posen en el fondo.

En Grau Online disponemos de una amplia variedad de vinos de diferentes denominaciones de origen, añadas y características. Podrá apreciar la diferencia entre servirlos directamente de la botella o utilizando un decantador.

Decantar un vino también se suele utilizar como ritual que aporta un toque de elegancia a la degustación con los invitados. Sin embargo, esta práctica se debe reservar para los vinos de gran calidad, ya que los vinos baratos pierden sus propiedades rápidamente con la decantación.