Cómo identificar un vino blanco

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Lunes 29 de Septiembre de 2014

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Hasta hace bien poco, la etiqueta de un vino no solía especificar el nombre de las variedades de las que procedía: Era incluso la excepción a la regla. Los viñedos californianos fueron los primeros en comercializar sus vinos bajo el nombre de la cepa correspondiente, habituando a los consumidores americanos a identificar, por ejemplo, chardonnay con un vino antes de servir que con una variedad de vid. Los borgoñas tintos no mencionan en sus etiquetas que el vino está elaborado exclusivamente de pinot noir. Una reglamentación de la AOC francesa prohíbe esa mención, salvo en casos particulares como el de los vinos de Alsacia. 

El conocimiento de las características básicas de cada variedad de vid es fundamental para poder distinguir entre un Albariño de Rías Baixas y un Verdejo de Rueda, por ejemplo. Estas son algunas de las variedades más utilizadas en España para elaborar vinos blancos:


Albariño: Sus vinos son de color amarillento verdoso, extraordinariamente aromáticos (intensamente florales y fruta madura cuando evolucionan y frutales frescos en su juventud), un buen equilibrio y magnífico paladar, muy frescos, tacto untuoso y una buena acidez que les mantiene vivos y sabrosos. 

Airén: Sus vinos presentan un color amarillo pálido con algún reflejo verdoso. Sus aromas son frutales de intensidad media con notas a fruta madura (plátano, pomelo…) y vegetales frescos. En boca son muy sabrosos, fácil ingesta y sin excesivas complejidades.

Chardonnay: Son vinos muy característicos en todo el mundo y también en España. Presenta aromas muy poderosos a avellana, mantequilla fresca y fruta exótica, en boca son muy potentes, afrutados, con una acidez alta. 

Gewürztraminer: Es una variedad de origen alemán, que da vinos muy fáciles de reconocer: Color amarillo intenso, con reflejos dorados. En nariz presenta un afrutamiento muy pronunciado que se acentúa con detalles especiados algo complejos. En boca es robusto, bien estructurado, graso, notas muy marcadas a pomelo maduro, mango y aromas complejos pero muy marcados. 

Moscatel: Muy sencillo de reconocer por cualquier persona, por poco que entienda de vinos. Es un vino dulce, con niveles de azúcares altos y aromas muy reconocibles. Aunque existe una gran variedad de moscateles, el más extendido por la geografía española es el de Alejandría.

Palomino: Frecuentemente usada en Jerez para la elaboración de vinos generosos, aunque también en otras denominaciones como Rueda. Sus vinos son de color amarillo pajizo y reflejos dorados muy brillantes. En nariz presenta aromas almendrados muy característicos. En boca son equilibrados, con notas balsámicas y aromas a frutos secos amontillados.

Pedro Ximénez: Otra variedad de vino dulce muy utilizada, generalmente en la región de Jerez y sur de España. El vino presenta un color más oscuro que el Moscatel (Caoba, bronce…), en nariz son suaves y muy afrutados. Su sabor se diferencia del Moscatel por ser levemente más dulce, muy suave y con un excelente equilibrio. 

Sauvignon Blanc: Es la variedad blanca clásica por excelencia en todo el mundo. Sus vinos presentan un color amarillo verdoso con algún reflejo dorado. En nariz tiene aromas herbáceos muy marcados que recuerdan a hierba recién cortada, miel, mango, espárragos… En boca es ácido, con gran personalidad, acentos ahumados, potencia aromática en el paladar. 

Verdejo: Muy típica en vinos de D.O. Rueda, sus vinos son verde amarillentos con reflejos dorados muy brillantes. En nariz presenta aromas florales y toques afrutados. En boca son muy equilibrados, potente volumen, gran expresión frutal con un toque amargo muy reconocible que te invita a seguir bebiendo.

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