5 reglas básicas para elegir un vino en la comida

Asociaciones clásicas, parejas insólitas, mezclas inesperadas… gracias a un buen maridaje, los vinos se asocian a los platos para sacar...

Viernes 14 de Febrero de 2014

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Asociaciones clásicas, parejas insólitas, mezclas inesperadas… gracias a un buen maridaje, los vinos se asocian a los platos para sacar lo mejor de ambos. La regla de oro es mantener un correcto equilibrio, de forma que ninguno tape al otro y, en cambio, potencie su sabor.

  • El exceso de sabores no es lo mejor, así que no conviene servir muchos vinos diferentes en la misma comida.
  • Si solo se va a servir un vino, es preferible que sea sencillo y esté acorde con el plato principal
  • Los vinos ligeros deben tomarse antes que los vinos con cuerpo.
  • Los vinos frescos (blancos, rosados, espumosos) deben tomarse antes que los que se consumen a temperatura ambiente (crianzas, reservas).
  • El vino seco se toma al principio de la comida, como aperitivo, mientras que los abocados o dulces van mejor al final.
Un artículo de María Ribes Martín
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