El territorio de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry: el suelo y su clima

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Viñedo de Jerez, suelos albariza
Viñedos de Jerez. Foto de Kiko Jiménez

La Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry es la región vitivinícola más meridional del continente europeo, ubicada al noroeste de la provincia de Cádiz. Su territorio cuenta con alrededor de 7.000 hectáreas de viñedos registrados por el Consejo Regulador, que se distribuyen en un total de 2.300 viñedos.

Según los últimos cambios del pliego de condiciones de la D.O., a la tradicional zona de crianza de vinos, conformada por las localidades de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda, se suman los pueblos de Trebujena, Rota, Chipiona, Puerto Real, Chiclana de la Frontera y Lebrija que, hasta la fecha, creaban la zona de producción dentro del Marco.

Esta zona de crianza se divide en pagos, definidos por el Consejo Regulador como "extensiones de terreno de viñas que por su situación y condiciones micro-climáticas por su cercanía o lejanía respecto al mar, por su composición del suelo o por su orografía producen uvas con características diferenciadas". Y cada pago se puede componer a su vez de diferentes viñas que compartan esas mismas características entre sí.

Una bodega en El Puerto de Santa Maria
Una bodega en El Puerto de Santa María

¿Cómo es el clima de la DO Jerez?

Y es que el Marco de Jerez se caracteriza por una gran variedad de microclimas, donde la distancia de la viña con la costa va a condicionar en gran medida las diferencias que existen entre localidades y pagos, aportando una gran riqueza al cultivo de la vid.

Atendiendo a los factores climáticos, si hablamos del sol y la temperatura, la zona tiene una media de 300 días de sol al año. Su clima es cálido, con veranos secos y muy calurosos, con temperaturas que llegan a 40º, pero de noches algo más húmedas debido a la proximidad con el Océano Atlántico, que proveen a las cepas de importantes rocíos nocturnos que garantizan su buen desarrollo. De hecho, la gran capacidad de absorción y retención que tiene el suelo de albariza del Marco, hace que la planta no necesite un sistema de riego para abastecerla.

Los dos vientos dominantes en el Marco son el de Poniente, fresco y húmedo, y de Levante, caluroso y seco, y se alternan sobre una orografía con aspecto de suaves colinas onduladas.

vinedo jerez albariza
El suelo albariza es un tipo de suelo muy valorado en la viticultura debido a su alta capacidad de retener agua y nutrientes. Se caracteriza por tener un alto contenido de arcilla, carbonato cálcico, silice y materia orgánica. Foto de Kiko Jiménez

¿Cómo es el suelo de la DO Jerez?

Jerez es la región vitivinícola principal, con una amplia campiña de tierras albarizas, cuya superficie cubre en torno a diez hectáreas.

En líneas generales, las viñas del Marco que tienen un tamaño mayor son propiedad de bodegas que realizan todo el proceso de elaboración de los vinos, desde disponer de viñedos propios, vendimia, vinificación, etc. hasta la comercialización nacional o internacional de sus vinos.

Por otra parte, casi todos los pequeños viticultores se agrupan entre las siete cooperativas con las que cuenta el Marco.

La mayor parte de los suelos del Marco cuenta con restos de microorganismos marinos, que aportan carbonato cálcico a su composición y ese color blanco tan característico, del que deriva su nombre, Albariza. Así mismo, también podemos encontrar áreas dentro del territorio con otros tipos como arenas y barros.

Pero es la albariza la que cubre mayoritariamente la superficie de la comarca. Una tierra rica en carbonato cálcico, arcilla y sílice, de la que nacen los vinos más especiales del Marco.

Según su contenido en caliza se clasifica en diferentes tipos entre los que podemos destacar Barajuela, Tosca cerrada y Lentejuela, como los más valorados para el cultivo de la vid Palomino y Pedro Ximénez, además de otras tipologías como Tosca Barrosa y el Lustrillo.

Todas comparten esa gran capacidad de retención de humedad de la lluvia caída, que nutre a las cepas en los meses más secos del año, cuando las capas superiores se compactan evitando su evaporación.

En cuanto a los otros tipos de suelos menos presentes, encontramos barros, que predominan en la zonas bajas de colinas, y las arenas, más propias de las zonas costeras, y que se dedican exclusivamente para el cultivo de Moscatel de Alejandría, la variedad más minoritaria de las permitidas por el Consejo regulador para elaborar Vino de Jerez.

Un artículo de Inmaculada Peña
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