¿Cuál es la diferencia entre mistela y moscatel?

Escrito porAarón Guerra

Viernes 19 de Noviembre de 2021

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El vino moscatel y la mistela son dos bebidas muy ricas y agradables que destacan por ser dulces. Ambas bebidas son ideales para beber en el momento del postre ya que son muy dulces, no suelen ser muy excesivas en graduación alcohólica (en comparación con un destilado) y pueden tomarse bien frías o incluso con unos hielos, ya depende del gusto del consumidor.

Muchas bodegas tienen como principal objetivo de aportar a estos tipos de vinos su toque personal y desarrollarlo para la marca. Lo cual es totalmente comprensible ya que hay que tener en cuenta su diferente modo de elaboración, así como también su untuosa y grata sensación que deja en el paladar.

Por otro lado, destacar que ambas bebidas se elaboran a partir de la uva moscatel. Una uva muy versátil, que se puede encontrar tanto como uva fresca de mesa, como pasas, además de vinos blancos jóvenes, numerosos vinos dulces y múltiples vinos de licor.

En España esta variedad se encuentra principalmente en el Levante y en Andalucía, zonas cercanas al mar Mediterráneo. También se puede encontrar en otras zonas vitivinícolas de España. En el resto del mundo es muy típico de Portugal, Australia y Chile.

Todas estas similitudes de cara al consumidor hacen que mucha gente las confunda, pero en realidad son dos bebidas muy distintas. De hecho, es muy frecuente encontrarse personas que no saben cuál es la diferencia exacta entre ambos productos, incluso muchos no saben distinguir qué bebida están tomando.

La verdad es que la existencia de los dos productos en el mercado confunde bastante, para colmo cuando se vende moscatel cuando realmente es mistela y viceversa. Sin embargo, existen numerosas diferencias técnicas en su elaboración que se van a explicar a continuación.

Veamos pues cuáles son las diferencias de la mistela y la moscatel.

Mistela vs. Moscatel

La mistela se encuentra categorizada dentro de los productos vínicos, pero en realidad se trata de una simple mezcla de zumo de uva y un destilado de vino. En concreto, es resultado de la adición de alcohol de la destilación de vinos que se autorizan en los mostos. En sentido estricto la mistela no es vino, ya que no hay fermentación de mosto fresco de uva, sino una mezcla de mosto y alcohol. En un sentido menos ortodoxo, ese alcohol procede de un destilado de vino, motivo por el cual se lo clasifica como producto vínico y por tanto susceptible de ser regulado dentro de las denominaciones de origen de vinos.

En cuanto a su consumo, y como se ha dicho con anterioridad, funciona como un complemento ideal para acompañar junto a los postres.

En resumen, un producto tradicional que ha mejorado muchísimo gracias a los nuevos métodos de elaboración y que vuelve a ser el acompañante perfecto para una sobremesa. Sin embargo, las mistelas no son fáciles de encontrar en muchas tiendas de vino.

Aunque pueden ser de color oscuro (castaño), lo más habitual es que las mistelas sean de tonos más amarillos dorados, elaboradas a partir del mosto de uvas blan­cas.

El vino moscatel, por el contrario, es vino. Se trata de un tipo de jerez entre un color castaño y caoba. Para su elaboración se emplea vino elaborado a partir de uvas moscatel, frescas pero muy maduras o, lo que suele ser más habitual, secadas mediante asoleo, el cual está parcialmente fermentado debido a que se detiene su fermentación mediante la adición de alcohol vínico.

Además, los vinos moscatel se someten a crianza, exclusivamente de carácter oxidativo, en depósitos o barricas, que provoca una mayor complejidad aromática, aunque no excesivamente larga para no perder la frescura y carácter frutal de esta uva.

En cuanto a su sabor, predomina un ligero dulzor fresco en el paladar. Una de las características más apreciadas en este vino es la presentación de aromas florales como jazmín, azahar y madreselva. Presenta además un aspecto denso y al final puede dejar una sensación amarga. Es por tanto, más complejo en cata que la mistela.

En cuanto a la graduación de alcohol, tanto en la mistela como el vino moscatel va depender mucho de la mano del elaborador, especialmente en la adición de alcohol. Habitualmente ambos productos tienen una graduación entre los 15 y 20 %vol.

Por último, ambas bebidas son muy dulces y con altas concentraciones de azúcar, superior a 150 gramos/litro. Si bien, el origen de ambos es diferente, ya que en las mistelas el azúcar procede del mosto de uva y en el vino moscatel es azúcar residual de la fermentación. En cualquier caso, nunca se emplea azúcar añadido, ya que siempre es natural procedente de la propia uva madura.

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