Las 6 rutas esenciales para entender mejor los vinos de Burdeos

Mundialmente conocidos, los vinos de Burdeos cuentan con gran historia, tradición, y gran calidad, que merece la pena conocer en primera persona

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Martes 25 de Mayo de 2021

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Sauternes, Saint-Julien, Saint-Estèphe, Saint-Emilion, Pessac-Léognan, Pauillac, Margaux, Blaye, entre otros, son de los mejores vinos de Burdeos y unos de los más famosos del mundo junto a los populares Champagnes y Borgoñas.

Hoy te traemos las cinco rutas imprescindibles para entender mejor los vinos de Burdeos:

Ciudad del vino de Burdeos

Ciudad del vino, en Burdeos

La ciudad de Burdeos y su Ciudad del vino es la mejor forma de empezar este recorrido. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la capital de los vinos de Burdeos inauguró en 2016 el parque temático dedicado al vino más grande del mundo.

En sus 14.000 metros cuadrados, esta 'ciudad' ofrece visitas pedagógicas, restaurantes, bares y una bodega que contiene más de 15.000 botellas, y por su puesto, es un epicentro de ferias, eventos y congresos. 

Además, a pocos minutos, el Château Les Carmes Haut-Brion ofrece la experiencia exclusiva de un viñedo urbano de 5 hectáreas. Situada en un parque de árboles centenarios, su bodega contemporánea, como la proa de un barco, es un guiño a la historia portuaria de Burdeos y a sus vinos de fama mundial.

Graves y Sauternes

Viñedo de Sauternes

Los Graves, muy cerca de Burdeos, es el lugar marcado en el mapa donde hace unos dos mil años comenzó la historia de este famoso vino.

Ilustres Grands Crus Classés y prestigiosos castillos son el escenario del esplendor de estos Burdeos.

Desde tintos, pasando por blancos, hasta los Sauternes, licorosos y dulces, esta región da algunos de los mejores vinos, reconocidos mundialmente.

Medoc

Viñedo de Margaux

Con sus 60 Grands Crus Classés: Mouton-Rothschild, Margaux, Latour, Lafite-Rothschild, entre otros, el estuario del Gironda bajo la atenta mirada de los hermosos bosques de pinos, con grandes lagos y playas, el viñedo de Médoc se ha ganado su nombre en todo el planeta.

80 kilómetros de Pointe de Grave al norte de Burdeos, la famosa ruta de los castillos cuenta con paradas obligatorias para los amantes del buen vino; Pauillac, Listrac, Margaux, Saint-Julien y Saint-Estèphe, son algunas de las más destacadas.

Saint-Emilion

Viñedo de Saint-Emilion

La ciudad medieval de Saint-Emilion ha sido testigo de la elaboración de estos espectaculares vinos del valle de la Dordoña.

La Tour du Roy, el último torreón románico conservado en Gironda es de obligada visita para quienes acuden a este bonito lugar, que combina las denominaciones vecinas de Pomerol y Fronsac, según señala Pascale Filliâtre en France.

Entre-deux-Mers

Pueblo y Castillo de Cadillac

Con la Dordoña al norte y el Garona al sur, con sus ciudades medievales fortificadas como la histórica Cadillac, y su tierra especial con interesantes relieves, hacen que sus vinos tengan un color muy especial. Desde el Fine de Bordeaux, pasando por los Crémants, Clairets, rosados, tintos, blancos secos y dulces, todos y cada uno de ellos con gran personalidad.

Blaye y Bour

Las murallas fortificadas de Bourg-sur-Gironde

Justo delante de los viñedos del Médoc en el estuario de la Gironda, los cultivos se extienden por las laderas de Blaye y Bourg-sur-Gironde. Cuenta con dos rutas del vino, una terrestre en los escarpados acantilados calcáreos de la Dordoña, y otra fluvial a lo largo de la Gironda.

Un artículo de María Torres
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