Cava, champán, generosos... ¿por qué algunos vinos no tienen año en la etiqueta?

Cuando miramos una botella de vino buscamos rápidamente el año en la etiqueta, y es que la añada es uno...

Escrito porAarón Guerra

Sábado 27 de Marzo de 2021

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Cuando miramos una botella de vino buscamos rápidamente el año en la etiqueta, y es que la añada es uno de los puntos de referencia a la hora comprar un vino.

En los vinos jóvenes, sean tintos, blancos o rosados, buscamos que figure el año anterior al actual, dos a lo sumo. En los vinos de crianza el año de cosecha que figura es proporcional al tiempo de la misma, por ejemplo, un vino con una crianza de 24 meses nos mostrará un año 3 o 4 veces anterior al actual, mientras que uno criado 6 meses será de uno o dos. Lógicamente hablamos del año que figura en la botella en el momento de comprar el vino, porque si el vino lo hemos guardado en nuestra bodega personal habrá que sumarle los años que permanezca descansando en nuestras dependencias.

Sin embargo, en ocasiones ocurre que hay vinos que no tienen ningún año en la botella, miramos la etiqueta por todas partes y nada, no hay año. generalmente son vinos espumosos como Cava o Champán, pero también puede darse en cualquier otro tipo de vinos tranquilos, como algunos coupage tintos o los generosos elaborados por el sistema de criaderas y solera.

¿Por qué sucede esto? ¿por qué no figura un año en algunas botellas de vino?

Los vinos elaborados en su mayoría con mosto procedente de una cosecha de un año concreto, ese será el año que figurará en la botella, pero en los casos de los vinos que se usan mostos de diferentes cosechas y se mezclan en diferentes proporciones es imposible conocer el año de la cosecha ya que en realidad son vinos de diferentes cosechas mezclados.

Hay varias situaciones en las que los elaboradores pueden inclinarse a mezclar vinos de dos o más años distintos y crear un vino sin año de cosecha.

Por ejemplo, si una bodega está situada en una zona climática donde la completa madurez de las uvas es algo poco frecuente (partes de Alemania, por ejemplo, o Champagne, que son regiones frías casi en el límite septentrional para el cultivo de la vid), el productor puede tomar la decisión de guardar vino de un año para mezclarlo con el del año siguiente en caso de que tenga una mala cosecha. La decisión es una cuestión tanto económica como cualitativa: tiene que asegurarse de tener un producto que vender el año siguiente.

Otra razón para hacer una mezcla sin año de cosecha es el precio. Cuando una bodega compra vino en el mercado a granel, generalmente bodegas de grandes producciones, para completar su producción de uva y poder cubrir la cantidad de vino que requieren, tiene más oportunidad de rebajar los costes si no compra vinos de una añada concreta.

Por último, estárían los motivos de calidad. El enólogo en busca de un producto de mayor calidad elabora un vino realizando prueba de mezclas de diferentes vinos. Así algunos vinos especiales, se elaboran mediante "Coupage" de diferentes añadas en busca de la mejor calidad. Otro ejemplo serían los generosos, como los andaluces, en los que el enólogo los elabora mezclando vinos de diferentes criaderas apiladas por años en los que se trasvasa vino de las superiores a las inferiores.

En cualquier caso, el mundo del vino es muy voluble, y pueden existir otros motivos puntuales técnicos, económicos o de elaboración para hacer un vino sin consecha que se salen de los mencionados.

Un artículo de Aarón Guerra Collazo
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