Figuero, un vino excepcional

Algo que nos fascina sobre los vinos es su diversidad y su capacidad para no dejar de sorprendernos. Con una gran...

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Viernes 12 de Marzo de 2021

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Algo que nos fascina sobre los vinos es su diversidad y su capacidad para no dejar de sorprendernos. Con una gran cantidad de etiquetas para escoger, así como países de origen, tipos de uvas, estilos de producción, variedades entre tintos, blancos, rosas o espumosos, pareciera un tema de profesionales escoger el vino más adecuado a nuestros gustos, pero en realidad es esa diversidad la que hace tan maravilloso y tan único al mundo del vino.

Con tantas opciones, los vinos de España son siempre garantía de calidad y de excelencia, no sólo por todo el bagaje cultural e histórico que los rodea, sino de sus extraordinarias cualidades que los han posicionado en el top de los más apreciados entre quienes amamos una buena copa. 

Entre sus vinos que hay que probar están los de Bodegas García Figuero, en La Horra, España, donde se elabora vino con uva procedente de más de ochenta hectáreas, donde una  tercera parte se compone de viñas viejas con una edad superior a los sesenta años. Estos viñedos tan especiales son tratados con cuidados excepcionales, para garantizar que los vinos obtenidos reflejen lo mejor del terruño.

Para maximizar las cualidades de las uvas, todo el proceso de cultivo es de forma tradicional, donde el trabajo manual es la clave del éxito. Durante la vendimia, se hace una selección de las uvas y se colocan en canastos tradicionales de castaño, para tratar a la uva con el mayor cuidado y mantenerse en armonía con el entorno natural.

Uno de sus vinos es Tinus 2015, ubicado entre los 20 mejores vinos top de la zona norte de España según Decanter, el medio británico especializado en vinos. Este tinto está elaborado con uva tempranillo procedente de viñas viejas de 90 años, y su producción se ajusta a las necesidades específicas de la uva recogida. 

Desde su presentación no ha dejado de sorprendernos con su sentimiento frutal impactante, ni con la sensación redonda en boca. Servido en copa, nos regala un intenso color roja picota con ribetes azulados, y la abraza lentamente con su gruesa lágrima. Es limpio, brillante, coqueto. Con una alta concentración e intensidad de fruta roja, notas florales, mentoladas y balsámicas, especias frescas y un rico final de toffee. 

En boca, no hay otra forma más adecuada para describirlo: soberbio. Tiene la característica de ser carnoso y delicado al mismo tiempo, por su acidez sutil y prolongada. Para despertar todas sus cualidades, lo mejor es decantarlo en un bello decantador Riedel y dejarlo oxigenar durante 4 horas, así su maridaje será más delicioso con estofados, carnes de caza, asados, cortes a la parrilla, aves y quesos añejos. Simplemente, es un vino que despierta los sentidos. 

 

Un artículo de Deby Beard
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