Un albariño con arraigo

Por Ángel Marques Ávila BODEGA EIDOSELA, nace en enero de 2003 cuando un grupo de emprendedores viticultores pontevedreses deciden dar forma...

Jueves 04 de Junio de 2020

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Por Ángel Marques Ávila

BODEGA EIDOSELA, nace en enero de 2003 cuando un grupo de emprendedores viticultores pontevedreses deciden dar forma a la idea de crear su propia bodega, la cual aporte servicios y apoyo a los productores de la zona. ​Bodega Eidosela representa así la más arraigada tradición del Condado do Tea, zona histórica en la elaboración de vinos desde la época del antiguo imperio romano. Con este proyecto se inicia un camino hacia la búsqueda de la excelencia, elaboración de los vinos de máxima calidad y transmisión de la valiosa cultura del vino.

La  bodega pertenece a la Denominación de Origen Rias Baixas y, apegada al espíritu artesanal y al cuidado en la elaboración de sus vinos, ha sabido dotarse de la más moderna tecnología capaz de tener puestos los cinco sentidos en lograr una alta calidad en sus vinos.

El nombre de Eidosela nace de la unión de topónimos Eidos y Sela que son el barrio y la parroquia pertenecientes al Concello de Arbo en donde se asientan las instalaciones de Bodegas Eidosela.

Las instalaciones de esta bodega fueron estrenadas en 2007. Se sitúan en la parroquia de Sela (Concello de Arbo) en el inicio de la ladera del alto de San Fins, y se encuentran a pocos metros del río más grande de Galicia, el Miño. La bodega se encuentra rodeada de innumerables fincas dedicadas al cultivo de la uva albariño y otras variedades como Treixadura, Lourerira o Caiño blanco.

La bodega cuenta con numerosos depósitos de acero y barricas que le dan capacidad para la elaboración de 600.000 litros de vino amparado bajo la DO Rias Baixas. Están dotados con la última tecnología para elaborar vinos. Y también disponen de un equipo de trabajo joven, dinámico y motivado.

Los viñedos de la bodega, dado el marcado carácter minifundista gallego, se encuentran situados, principalmente, en parcelas pequeñas y, como es habitual en la DO Rias Baixas, se utiliza mayoritariamente el emparrado como método de conducción. En total, la bodega cuenta con unas 60 hectáreas de sus socios que son controladas por el técnico de campo de Eidosela, buscan así perseguir la máxima calidad de la uva ( Albariño, Treixadura, Loureira, Caiño Blanco o Torrontés) en viñas totalmente propias, lo que permite controlar al detalle su evolución para obtener los mejores vinos.

Fernanda Couto, administradora y una de las responsables de este proyecto vitivinícola gallego nos habla de donde han radicado las claves del éxito de su bodega, en primer lugar nos apunta que cómo en cualquier región vinícola que se precie, el "terroir" es uno de los puntos  clave a la hora de obtener un gran vino sea del tipo que sea en nuestro caso el albariño, y en este sentido uno de los grandes responsables es el microclima óptimo que posee el esta comarca del "Condado do Tea", que protege la uva de las heladas, los vientos y las temperaturas extremas.

Otra de las claves, sin duda esenciales para conseguir la calidad en nuestros vinos nos señala esta gallega, se esconde en las magníficas variedades de uva de Albariño de grano pequeño, muy dulce y glicérico, que producen nuestros viñedos y  que dan lugar a vinos de gran calidad. Sin olvidarnos de otra variedad que cada día va tomando mas auge como es la "Treixadura" de carácter floral y afrutado, su sabor recuerda a las manzanas o la uva  "Loureira " que da un ligero toque de almendra y fruta madura.

Pero nuestra gran aportación, entiendo yo que ha sido el infundir en nuestros vinos ese espíritu artesano unido al empleo de la más moderna maquinaria, este es la otra gran columna en el que se sustenta la filosofía de nuestra bodega, con el propósito de  elaborar vinos que prioricen la calidad y el punto óptimo de maduración de la uva, con la intención de sacar al mercado vinos proporcionados e idóneos para  satisfacer los gustos más rigurosos.

Otro punto a destacar de esta bodega está en la meticulosa y vigilada estética haciendo honor con su filosofía de unir la tradición con la modernidad y que se ve reflejada en la imagen de marca de sus etiquetas, en las que  podemos disfrutar al mismo tiempo que degustar sus vinos obras de reconocidos virtuosos del arte pictórico.

ALBARIÑO EIDOSELA

Este vino nada más que tenerlo delante nos muestra un color amarillo pajizo con destellos verdosos, es claro y lustroso. En nariz tiene una fuerza alta, es muy aromático, frutal y floral, atrevido y tenue, me trae recuerdos a la fruta de hueso (pexego y albaricoque). Y en boca es un vino muy poderoso, nítido, fino y glicérico con una acidez muy bien constituido. Tiene buena distribución y empalago.

Es recomendable servirlo entre 8-10º C, y resulta un vino espectacular para maridar  con todo tipo de pescados, mariscos así como también la comida asiática, sobre todo la de origen japonés.

Las uvas para la elaboración de este vino han sido vendimiadas de forma manual, se depositan en cajones de 250 kilos de capacidad que inmediatamente pasan a un contenedor frigorífico.
La vendimia se refrigera buscando que las uvas entren en depósito entre 4 y 6 ºC, temperatura que se mantiene durante una semana, consiguiendo una maceración pre fermentativa en frío para obtener la máxima extracción de color y aromas.

La vendimia se realiza en el momento óptimo de maduración, en cajas de poca capacidad para mantener el buen estado de las uvas.

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