Copas Riedel, instrumentos de placer

Escrito por

Martes 31 de Marzo de 2020

Compártelo

Leído › 4305 veces

 

Tras cada gota de vino hay un mundo de sensaciones mágico. El vino simboliza tierra, sol, lluvia, y viento, inspira verde y marrón, amarillos y cobrizos, granates y topacios, implica elegancia y sutileza, glamour y tradición supone color, aroma e infinidad de sensaciones.

Pero siempre hablamos mucho del vino, de cómo comprarlo, cómo guardarlo correctamente, cómo combinarlo con las comidas. Hablamos incluso de corchos, barricas y viñedos, pero las copas son las verdaderas protagonistas de que un vino nos sorprenda, y esa es la función de las copas Riedel, no por nada son conocidas como auténticos instrumentos de placer.

Riedel es pionera en crear las primeras copas diseñadas para cada tipo de vino. Su delicado cristal totalmente transparente y la forma de la copa, influencian en la percepción de las características del vino, sin distorsiones. Los aromas y sabores se manifiestan en todo su esplendor, pues el tamaño del globo de la copa, determinada la cantidad de oxígeno y de aromas que permanece en ella, además, la forma está diseñada para llegar a determinados receptores de la boca y la lengua. 

La copa es realmente la principal herramienta para catar un vino ya que es el elemento que nos acerca a la verdadera naturaleza de los vinos. Riedel ha dedicado años de investigación y desarrollo, en temas de anatomía humana, funcionalidad, estética, y con el apoyo de infinidad de catas ciegas con catadores profesionales, enólogos y bodegueros, para descubrir cuál es la forma ideal para cada tipo de vino, logrando diseños con base en sus orígenes y varietales

Se han creado copas de distintas formas y cantos a la medida por ejemplo de la uva Chardonnay, la Cabernet Sauvignon, la Syrah y la Pinot Noir. La forma del borde, del globo de la copa, se ha diseñado específicamente para dirigir el líquido a la zona del paladar más adecuada para el tipo de vino. La claridad del vidrio y su grosor, afectan a la visión, a los colores.

Este último punto es muy importante. Una copa que, por ejemplo, sea capaz de dirigir el líquido hacia el centro de la lengua, minimizando el contacto con los laterales de la lengua, será capaz de minimizar la acidez, En definitiva son copas capaces de enfatizar el carácter y personalidad del vino.

 

 

Un artículo de Deby Beard
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 4305 veces