BAJA LA EXPORTACIÓN Y SUBE LA IMPORTACIÓN

La exportación de vino espumoso español cayó en el 2019 un -12,4% en valor, un -4,2% en volumen y un -8,6% en precio medio, bajando este a € 2,51 el litro (€ 1,88 la botella).

Esto fué en gran parte debido al Cava que cayó un 12,1% en valor, -6,7% en volumen y un -5,8% en precio medio.

La importación aumentó un 18,5% en volumen a un precio medio de €8,65 el litro (€ 6,48 la botella). El 59% de la importación fue de espumoso italiano, que en el 2002 era de solo 100.000 litros y ahora es de siete millones y medio!!! La de los franceses subió de un millón y medio a 4,1 a € 21,62 el litro.

No nos puede sorprender la caida de la exportación gracias al uso de variedades francesas, que han destruido la identidad del Cava. Ya en el 2002 Jane MacQuitty publicó en el muy leído THE TIMES que: << ¿Qué asocia usted con España? Es impensable que sea con buen vino... en un momento en que las variedades autóctonas y viñas viejas son lo importante, España tiene de sobras de ambas, pero se dedica al chardonnay y al cabernet sauvignon... La mitad del aumento de cuota de mercado de los vinos españoles es debida al Cava, una alternativa barata a mejores burbujas de Francia y del nuevo mundo>>.

Los extranjeros saben que hay REGIONES TÉRMICAS y que las españolas no son buenas para las variedades francesas. ¿Por qué no se avisa a los vinicultores españoles que hay regiones térmicas, pues parece que lo ignoran?