Consejos para catar vinos (primera parte)

En este artículo quiero darte los mejores consejos para enseñarles a catar vinos.

Cuando se trata de probar el vino y comprender cómo evaluarlo por sus cualidades y notar sus fallas, después de leer esta nota no dudarás. Por supuesto, también comprender la historia del vino, la uva, la denominación de la que proviene el vino, así como la química detrás de su proceso.

Es importante saber que la degustación de vino, el consumo de vino o la evaluación del vino están relacionados, pero son conjuntos de habilidades diferentes.

Catar vinos es más educativo para ayudarlo a comprender el vino y hacerle saber si le gusta o no. La evaluación del vino es para una mirada más profunda y crítica del vino o los vinos en cuestión, a menudo se realiza en grupos de pares, lo que le permite saber cómo un vino o grupo de vinos se compara con otros vinos en el mismo grupo de pares.

En cambio, beber vino es por placer. Con suerte, pasarás mucho más tiempo bebiendo vino que evaluando o probando vino. Los mejores vinos están destinados a ser disfrutados con amigos y familiares durante una comida.

El primer paso para entender cómo probar el vino es superar su miedo. No hay bien o mal en su gusto. Siempre te va a gustar lo que te gusta porque te gusta.

Comprender el vino es fácil. Comparar vinos entre sí es aún más fácil aún. Para ver cómo se clasifican y puntúan los vinos en comparación con otros vinos del mismo grupo de pares: cómo y por qué los vinos se clasifican y puntúan.

Una forma sencilla es tomar dos o tres vasos diferentes de un vino similar y compararlos. Te va a gustar más que a los demás, y un vaso va a ser peor. No necesitas un vocabulario específico para decir que le gusta este vino mejor o peor, ten calma, con el tiempo, tu vocabulario de vinos mejorará.

Para ser un buen catador de vinos, todo lo que necesitas son tus sentidos, vista, olfato, gusto y tacto normales. Con un poco de práctica, verás lo fácil que es ser un buen catador de vinos.

¿Cómo mirar una copa de vino?

Al igual que la comida, el sabor inicial de un vino comienza con tus ojos. El color de un vino puede decirle mucho sobre el vino. Una sugerencia es extender el vaso e inclinarlo ligeramente. Intenta sostener la copa sobre una superficie blanca como un mantel blanco, un plato blanco liso, una servilleta u otra superficie en blanco. En este punto, deberás notar la profundidad de color desde el borde hasta el centro del vidrio.

Para comprender la intensidad del color, en este caso, ayuda tener una comprensión menor de cómo debe verse un vino para su variedad de uva, edad y temporada de crecimiento.

El color puede presentar morado o azul oscuro, a menudo acentos brillantes.

Los colores más profundos y ricos le permiten al catador saber que este es un vino concentrado.

Los vinos jóvenes que carecen de buen color serán más ligeros, menos maduros y de estilo más ácido.

¿Cómo entender los olores, aromas, aromas o perfumes de un vino?

Se dice que hasta el 85% del sabor se deriva de su sentido del olfato. Pero no puedes oler el vino sin primero girar suavemente tu copa. Si eres un principiante, para evitar oler el vino una vez que empapa tu ropa, gira el vaso, pero mantén el tallo del vaso firmemente sobre la mesa.

La acción de hacer girar el vaso permite que el oxígeno ingrese al vino, lo que permite que el vino libere sus aromas al aire mientras reviste el vaso al mismo tiempo.

Después de hacer girar el vino, puedes usar cualquier técnica que funcione mejor para ti. Sin embargo, un pequeño truco que podría ayudar es mantener la boca ligeramente abierta al inhalar y exhalar los aromas del vino. Ese pequeño truco te permitirá discernir más complejidades aromáticas en tu vino.

En términos generales, si un vino huele bien, lo que significa que no hay olores desagradables, como olores de perros mojados, periódicos viejos, moho, vinagre u olores generalmente impuros, el vino es sano.

El siguiente paso es observar cuán complejo huele el vino y qué aromas conforman su perfil complejo y aromático. La clave para ser un buen catador de vinos es comprender que todos tenemos diferentes niveles de capacidades olfativas.

Algunas personas serán más sensibles en general que otras. Los catadores seleccionados también percibirán algunas fragancias específicas mejor que otras. La memoria sensorial, o tal vez debería ser la memoria olfativa "es la clave en este punto.

Es importante tener en cuenta que los vinos y las uvas de los que están hechos son bastante complejos y que una vez que su miedo a compartir lo que huele y prueba disminuye, el vino ya no huele simplemente a vino tinto o blanco. Encontrarás una gran variedad de aromas y sabores presentes en el vino.

Los aromas de arándanos son el signo de un vino aún más maduro. Los aromas de ciruelas pasas y pasas son causados ​​más a menudo por fruta demasiado madura, que generalmente carece de frescura.

Independientemente de que el vino sea blanco o tinto, recuerde que la fruta debe oler limpia y fresca. Mientras que la tierra y otros olores o sensaciones minerales son una complejidad buscada en el vino, la suciedad en la fruta no lo es.

Parte de ser un buen catador de vinos también es ser capaz de reconocer fallas en el vino, especialmente los vinos con corcho. La falla más grande en un vino que un catador de vinos necesita para poder identificar se produce debido al TCA, que hace que un vino huela a humedad.

Los vinos más viejos y maduros también necesitan conservar la frescura de su perfil aromático. Pero cuando los vinos envejecen y maduran, intercambian su aroma primario de fruta por aromas secundarios más complejos.

En vino tinto, olores a tierra, trufa, tabaco, especias, caja de cigarros y suelo de bosque y aromas comunes. Los vinos blancos desarrollan más notas de miel, flores, especias, mantequilla, palomitas de maíz, caramelo y minerales con el tiempo.

Finalmente llega el momento de probar el vino, los espero en la segunda parte de este artículo.