Enoturismo y transformación digital: El reto de las pequeñas bodegas

El mundo cambia a una velocidad de vértigo, lo que antes era válido y una verdad absoluta hoy es una...

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Miércoles 15 de Enero de 2020

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El mundo cambia a una velocidad de vértigo, lo que antes era válido y una verdad absoluta hoy es una afirmación desfasada y carente de valor. Y en esas estamos con la transformación digital. Las verdades absolutas del marketing y los procesos de producción ya no lo son tanto y debemos adaptarnos a las nuevas reglas del juego.

Para hablar de transformación digital empezaremos diciendo que no es otra cosa, y no poca cosa, que la incorporación o la integración de procesos digitales a las diferentes áreas de una empresa.

El beneficio es indudable en la optimización de recursos y en el aporte de valor al cliente o consumidor.

Ahora bien, ¿Cómo afecta esta transformación al mundo de la enología y qué ventajas tiene?.

En primer lugar en los procesos de producción y elaboración del vino. Por ejemplo en el control de la temperatura en los depósitos de acero donde se realizan las fermentaciones. Hace 30 años era impensable poder controlar en un solo panel digital todas las temperaturas de cientos de depósitos. Otro claro ejemplo lo tenemos en las plantas embotelladoras, cada vez más eficientes gracias al control digital del proceso. Ni que decir tiene que aunque hayamos incorporado estos procesos a la elaboración del vino, sigue siendo imprescindible la mano del enólogo, el operario de bodega o el viticultor, entre otros.

 

 

En los procesos productivos las pequeñas bodegas tienen las de perder y la razón es bastante sencilla: inversión y poder económico. Porque nos guste o no, en el mundo del vino también hay diferencias de clase y es evidente que la inversión en digitalización que puede llevar a cabo un gran grupo bodeguero no es la misma que la que pueda hacer una pequeña bodega familiar pero que cuenta ya con cierto poder de elaboración en litros. 

En cambio, en el campo del enoturismo, las pequeñas bodegas podrían obtener los mismos resultados o incluso mejores que otras bodegas más grandes o potentes, siempre desde un punto de vista de proporcionalidad. ¿ Cómo?, con seriedad, perseverancia, creatividad y una pequeña inversión en marketing digital.

Siempre he tenido la idea de que si no tienes los recursos que tienen tus rivales, puedes combatirlos con la creatividad y el ingenio, o simplemente siendo honesto y sincero. Muchas de las grandes empresas de hoy en día, y no sólo hablo por volumen de beneficios sino de pequeñas empresas de prestigio, han llegado a ser lo que son gracias a buenas ideas o a una suma de constancia e ingenio.

Empecemos por lo sencillo, creemos perfiles en redes sociales en donde contar nuestra historia, la pasión que le ponemos al hacer vino, lo que nos ha costado después de generaciones familiares llegar hasta donde estamos. A la gente le gusta que las cosas tengan un valor, una historia real detrás, empecemos por ahí. Interactuemos con la gente, contéstemos a sus mensajes, sean positivos o negativos.

Acompañemos eso con una página web sencilla pero que llegue, una web atractiva. Con información de la bodega y las visitas enoturísticas y el mensaje que queremos transmitir con nuestros vinos y nuestro trabajo, hagamos que el visitante de la página quiera ser también visitante de nuestra bodega, creemos valor.

Por último y casi lo más importante, seamos serios y honestos. En los últimos tres meses he enviado mails a cuatro bodegas para realizar visitas y sólo una de ellas me contestó, haciéndolo tan solo dos horas antes del día y la hora que había solicitado. Las otras tres bodegas ni siquiera respondieron  a mis mails ni para bien ni para mal. Si uno de nuestros medios de contacto va a ser el correo electrónico, usémoslo para contactar a los visitantes porque de lo contrario nuestra imagen se verá dañada.

El viaje enoturístico ha de ser una experiencia antes, durante y después, y la tecnología digital nos brinda una oportunidad única de interactuar con las personas como no lo habíamos hecho antes.

Aprovechemos la oportunidad que nos regala la tecnología digital para mostrarnos al mundo y hacer descubrir a las personas todo lo que se esconde detrás de una botella de vino.

Un artículo de Jorge Pérez
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