El Consejo Regulador de La Mancha impulsa cambios para adaptar sus vinos a nuevas tendencias del mercado

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha ha celebrado su asamblea general semestral en el recinto de FENAVÍN, en Ciudad Real, coincidiendo con las horas previas al inicio de la Feria Nacional del Vino. El encuentro ha tenido lugar en el pabellón A, aula 2, y ha contado con la presencia de todas las organizaciones que forman parte del Consejo. La elección de este escenario responde a la intención de mostrar el respaldo de la Denominación de Origen La Mancha a una feria que consideran propia, según ha explicado Carlos David Bonilla, presidente de la Interprofesión.

FENAVÍN se prepara para recibir a cerca de mil compradores internacionales y espera alcanzar los 10.000 contactos comerciales durante los días que dura la feria. Así lo ha señalado Miguel Ángel Valverde, presidente de la Diputación de Ciudad Real, quien también ha informado sobre la presencia de más de 1.900 bodegas y la disposición de 1.487 botellas para catas y presentaciones. Estos datos refuerzan el papel de FENAVÍN como punto de encuentro para el sector vitivinícola.

A la asamblea han asistido también representantes institucionales como Blanca Fernández, delegada provincial de Castilla-La Mancha. Fernández ha puesto en valor la capacidad exportadora de Ciudad Real y ha animado a los asistentes a mantener el liderazgo del sector frente al avance de otras ferias. Ha recordado que la provincia exportó vino por valor de 450 millones de euros el año pasado, situándose como la segunda en facturación y la primera en volumen dentro del mercado exterior.

Durante la reunión, el Consejo Regulador ha aprobado sus cuentas semestrales y ha tratado modificaciones en su reglamento interno. Entre los cambios más inmediatos figura la adaptación a nuevas tendencias comerciales y hábitos de consumo. El Consejo ya cuenta con el visto bueno del gobierno autonómico para elaborar vinos con menor graduación alcohólica, a partir de 4,5 grados, siempre que se utilicen uvas que cumplan los requisitos establecidos. Para los vinos blancos y tintos se fijan mínimos de 10,5 y 11 grados respectivamente.

Otra novedad es la solicitud para producir vinos “Blanc de noirs”, es decir, vinos blancos elaborados exclusivamente con uvas tintas. Esta iniciativa busca responder a las demandas actuales del mercado y ampliar la oferta bajo el sello Denominación de Origen La Mancha.

El Consejo Regulador también tiene en estudio otras modificaciones que requieren aprobación europea. Entre ellas figura la inclusión de la mistela bajo el amparo de la denominación y la posibilidad de producir vinos espumosos mediante el método Gran Vas. Este sistema permite una doble fermentación en depósitos de acero inoxidable y un envejecimiento inferior a un mes, lo que facilitaría ofrecer productos con precios más ajustados.

La asamblea general celebrada en FENAVÍN marca un momento importante para el sector vitivinícola manchego, que busca adaptarse a las nuevas exigencias del mercado nacional e internacional sin perder su identidad ni su peso dentro del panorama vinícola español.