Reino Unido bebe más vino pero paga menos

Reino Unido importó 1.262 millones de litros de vino en 2024, el 37% fue granel

Jueves 24 de Abril de 2025

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Reino Unido importa más vino pero paga menos

Durante 2024, el mercado del vino en el Reino Unido presentó un comportamiento marcado por cambios estructurales en el comercio y en las preferencias de los consumidores, según recoge el informe "El Mercado del Vino en Reino Unido: Análisis y Perspectivas 2024", elaborado por Vinetur y publicado este jueves, 24 de abril. En términos de volumen, se observó una ligera recuperación frente a 2023, con un aumento del 2,4 % en las importaciones que alcanzaron los 1.262 millones de litros, aunque el valor total de las mismas descendió un 3,7 %, situándose en 3.909 millones de libras esterlinas. Este contraste refleja una mayor sensibilidad al precio y una preferencia creciente por el vino a granel, que representó el 37 % del volumen importado, impulsado por una potente infraestructura local de embotellado.

La caída del precio medio de importación a 3,10 GBP por litro, frente al récord de 3,29 GBP en 2023, fue acompañada por un aumento en el precio medio al consumidor, que se situó en 16,67 GBP por litro, frente a los 16,26 GBP del año anterior. Esta diferencia se atribuye al impacto de costes logísticos, embotellado local, inflación y el sistema fiscal, que verá una reestructuración importante a partir de febrero de 2025. Los consumidores, especialmente en canales minoristas y hostelería, muestran un patrón dual de comportamiento: son más selectivos y consumen menos, pero están dispuestos a pagar más por vinos de calidad en ocasiones concretas.

En cuanto al origen de las importaciones, Italia y Francia mantuvieron sus posiciones como principales proveedores, aunque con tendencias opuestas: Francia perdió valor pese a aumentar en volumen, mientras que Italia mantuvo sus cifras casi estables. Chile mostró un fuerte crecimiento en ambas métricas, consolidándose como proveedor en alza. España, en cambio, redujo tanto volumen como valor, situándose por detrás de Australia en volumen y de Francia e Italia en valor. El comportamiento del mercado también refleja una reorganización de las cadenas de suministro y ajustes de precios motivados por el tipo de cambio y las estrategias de cada país productor.

Por el lado del consumo, se estima que en 2024 se bebieron en Reino Unido unos 12,6 millones de hectolitros de vino, lo que representa una ligera subida desde los 12,3 millones de hectolitros de 2023. A nivel per cápita, esto equivale a 18,2 litros por habitante. Aunque estas cifras sugieren una estabilización, analistas advierten que pueden enmascarar una tendencia subyacente de moderación, influida por factores económicos y sociales. El consumo en el canal hostelero experimentó una leve recuperación, mientras que el canal minorista mantuvo una cuota de mercado mayoritaria del 74,5 % en 2023, con una posible evolución hacia formatos más económicos y accesibles.

La producción nacional sufrió una drástica caída respecto al récord de 2023, cuando se alcanzaron 21,6 millones de botellas. En 2024, se estima una producción entre 6 y 7 millones de botellas, como resultado de condiciones meteorológicas adversas y enfermedades en los viñedos. A pesar del descenso, las reservas del año anterior permitieron mantener una oferta estable. Los productores señalaron una buena calidad en la uva recolectada, gracias a una maduración más lenta. Este contraste evidenció la vulnerabilidad del sector a las condiciones climáticas, pero también su capacidad de adaptación.

El crecimiento estructural del sector vitivinícola británico continuó, superando las 4.400 hectáreas plantadas en 2024 y más de 1.000 viñedos registrados, junto a 221 bodegas. Este desarrollo estuvo acompañado por inversiones por valor de más de 80 millones de libras en terrenos, instalaciones y equipos en 2023. La región del sureste de Inglaterra, especialmente Kent y Sussex, concentra la mayor parte de la superficie cultivada. La mayoría del vino producido en el país es espumoso, elaborado con variedades como Chardonnay, Pinot Noir y Meunier, lo que consolida el posicionamiento premium del producto nacional, apreciado en mercados como los países nórdicos, Estados Unidos y Canadá, aunque con volúmenes de exportación aún bajos.

El interés por los vinos sin alcohol creció un 8 % en volumen respecto a 2023, mientras que los de bajo contenido alcohólico retrocedieron un 5 %. Esta tendencia, impulsada por razones de salud y estilo de vida, también comienza a mostrar signos de premiumización. Paralelamente, la sostenibilidad y la procedencia local ganan peso en las decisiones de compra, favoreciendo la posición de los productores británicos que aplican estándares como los de Sustainable Wines of Great Britain (SWGB).

Las previsiones apuntan a un crecimiento sostenido del mercado en valor, con tasas anuales proyectadas de entre el 3,6 % y el 7 % según distintas fuentes. Este aumento se apoyará en la premiumización, la expansión de la producción nacional y una base de consumidores jóvenes más interesados en el vino, aunque también más dispersos en sus preferencias. Las empresas deberán adaptarse a un entorno complejo, marcado por la presión del precio, la evolución fiscal, el cambio climático y la diversificación del consumo.

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