Miércoles 22 de Enero de 2025
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El próximo cambio en el régimen de impuestos sobre bebidas en el Reino Unido, previsto para el 1 de febrero, ha generado inquietud entre los productores de vino. La eliminación de una facilidad fiscal que había estado en vigor amenaza con aumentar los costes para las bodegas, lo que ha llevado a algunos productores a considerar abandonar el mercado británico. Sin embargo, un segmento específico, el vino a granel, podría aprovechar este escenario gracias a su flexibilidad para ajustar el grado alcohólico en el país de destino.
La posibilidad de modificar el grado alcohólico en el mercado de venta, introducida tras las reformas vinícolas que siguieron al Brexit en 2024, representa una ventaja clave para este tipo de producto. Anteriormente, los vinos debían cumplir con las especificaciones de alcohol en su lugar de origen. Ahora, los productores pueden realizar ajustes en el momento del embotellado en el Reino Unido, lo que elimina la necesidad de cambios costosos y complejos en las bodegas de origen.
Reducir el grado alcohólico es una estrategia que permite a las marcas mitigar el impacto del aumento de los impuestos, ya que estos se calculan en función del contenido de alcohol. Algunas bodegas ya han comenzado a aplicar esta medida, utilizando métodos tanto en el viñedo como en la bodega para controlar los niveles de alcohol. Sin embargo, ahora tienen la opción de realizar estas modificaciones en el mercado británico, ahorrando costes asociados al almacenamiento y la logística en las instalaciones de origen.
El uso de tecnología de desalcoholización en el Reino Unido se perfila como un recurso estratégico. Estas instalaciones permiten ajustes precisos al grado alcohólico, con incrementos de 0.5% que se traducen en ahorros en impuestos. Además, esta tecnología facilita una mayor consistencia entre añadas, ayudando a las bodegas a ofrecer un producto uniforme sin importar las variaciones naturales en la producción. Aunque todavía existen dificultades en términos de mantener el perfil de sabor del vino tras la reducción del alcohol, los avances tecnológicos están minimizando el impacto en el gusto.
Empresas especializadas en vino a granel en el Reino Unido están bien posicionadas para responder a una posible demanda de desalcoholización. Las inversiones en este tipo de tecnología podrían proporcionar una ventaja competitiva a las compañías que buscan reducir costes y mantener su presencia en el mercado británico. Actualmente, son pocas las empresas que han incorporado estas capacidades, lo que abre una oportunidad para quienes decidan dar el paso.
Más allá de las cuestiones fiscales, este enfoque también podría ayudar a los productores internacionales a adaptarse a los cambios en el consumo mundial de vino, que lleva una década en declive. Ajustar el contenido de alcohol en función de las necesidades del mercado y de las nuevas regulaciones permite a las bodegas optimizar sus operaciones y explorar nuevas formas de satisfacer a los consumidores.
El cambio en el régimen fiscal no solo plantea un nuevo paradigma, sino que también abre la puerta a una revisión más amplia del enfoque tradicional de la industria vinícola. Con una planificación adecuada y el uso de tecnologías avanzadas, el segmento de vino a granel podría convertirse en el próximo modelos a seguir sobre cómo la innovación puede transformar este sector en una oportunidad para el crecimiento.
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