La primera cosecha ecológica de La Horra

La Horra cosecha la certificación ecológica con Corimbo 2020

Sábado 05 de Octubre de 2024

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Bodegas LA HORRA ha lanzado al mercado la primera añada certificada como ecológica de su vino CORIMBO, correspondiente a la cosecha de 2020. Aunque la bodega siempre ha seguido prácticas respetuosas con el entorno, esta es la primera vez que un vino de la casa cuenta con la certificación oficial de agricultura ecológica. La cosecha 2020 se destaca por su frescura y autenticidad, reflejando las características únicas del paisaje de la Ribera del Duero burgalesa y la expresión de la variedad tinta fina.

Desde su fundación, Bodegas LA HORRA, vinculada a Bodegas RODA, ha apostado por una viticultura basada en el respeto a la tierra y la mínima intervención. El primer CORIMBO se elaboró en 2009, y desde entonces se ha mantenido una filosofía de cultivo ecológico, con viñedos libres de herbicidas y productos de síntesis química. Sin embargo, el proceso para obtener la certificación ecológica es riguroso y requiere de un periodo de transición de tres años desde la inscripción en el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica hasta que el viñedo se considera oficialmente ecológico. La añada 2020 es la primera que cumple con todos estos requisitos y lleva el sello correspondiente en su etiqueta.

El director general de la bodega, Agustín Santolaya, explica que, aunque las prácticas ecológicas siempre han sido parte de su enfoque, la certificación es un paso importante para reflejar su compromiso con el entorno. La nueva añada refleja la riqueza de unos suelos que interactúan de manera equilibrada con la naturaleza, proporcionando un entorno propicio para que las cepas de tinta fina expresen todo su potencial. Este CORIMBO 2020, elaborado a partir de viñedos en pequeñas parcelas ubicadas en La Horra, Roa y localidades cercanas de la provincia de Burgos, es un ejemplo del estilo de la bodega: un vino que destaca por su pureza y un carácter frutal distintivo.

La producción de esta añada se llevó a cabo durante el año del confinamiento, lo cual influyó en el desarrollo del viñedo. La falta de intervención humana habitual durante ese periodo hizo que la viña se comportara de manera más libre, lo que derivó en un desarrollo más natural y sin las restricciones impuestas por la presencia constante de viticultores. Este hecho se tradujo en un vino con mayor frescura y una expresión genuina del viñedo, como si la planta hubiera aprovechado para mostrar un lado más salvaje y menos domesticado.

CORIMBO 2020 ha sido elaborado con uvas 100% tinta fina procedentes de viñedos en vaso, con una edad media de entre 25 y 30 años. La vendimia se realizó de forma manual, seleccionando racimos en mesa antes de iniciar la fermentación alcohólica espontánea en depósitos de acero inoxidable. Posteriormente, el vino llevó a cabo la fermentación maloláctica en tinas de roble francés, un proceso que ayuda a suavizar la acidez y aportar complejidad. La crianza se extendió durante 14 meses en barricas, de las cuales un 80% eran de roble francés y el 20% restante de roble americano, con el objetivo de complementar las características del vino sin dominarlas.

El resultado es un vino con 14,5% de volumen de alcohol, que muestra una Ribera del Duero más frutal y con una textura sedosa. La estabilización del vino se realizó mediante métodos naturales, lo que asegura que el CORIMBO 2020 llegue al consumidor con el mínimo de intervenciones posibles, manteniendo su carácter auténtico. Según el propio Santolaya, esta añada resume el espíritu de la bodega: "Queremos que los suelos hablen a través de la fruta. La certificación ecológica no cambia nuestro trabajo, pero sí ayuda a comunicarlo de manera más clara".

El CORIMBO 2020 se presenta en el mercado con un precio recomendado de 25 euros.

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