El “Dream Team” de Vallepicciola: El secreto de su éxito vinícola

Vallepicciola, bodega ubicada en las colinas del Chianti Classico, ha logrado consolidarse en el panorama vinícola gracias al trabajo en equipo de su "Dream Team", encabezado por el director general y enólogo Alessandro Cellai. Junto a él, trabajan el agrónomo Francesco Beni, el encargado de bodega Erasmo Mazzone y la responsable de hospitalidad Tamara Marini. Su objetivo común es elevar el nombre de Vallepicciola a nivel mundial, produciendo vinos de alta calidad reconocidos por los críticos más exigentes.

Cellai, quien se unió a la bodega en 2020, se formó como enólogo bajo la influencia de su mentor Giacomo Tachis, uno de los enólogos más influyentes de Italia. Con una filosofía que combina pasión, dedicación y un enfoque artístico, Cellai concibe su trabajo como la creación de obras maestras. Para él, cada vino debe expresar elegancia y equilibrio, reflejando el territorio y el alma de quienes lo producen. Este enfoque se traduce en etiquetas que llevan el sello del enólogo y que provienen de una meticulosa selección de uvas durante el ciclo vegetativo.

La vendimia de este año en Chianti Classico promete buenos resultados, con un ligero aumento en la cantidad de uvas, estimado entre un 5% y un 8% más que el año pasado, y una calidad excelente. Las condiciones meteorológicas, incluidas las lluvias tras la floración y los truenos veraniegos, han favorecido el ciclo vegetativo, permitiendo que las uvas desarrollen un perfil aromático óptimo.

Francesco Beni, con más de siete años en la bodega, es quien cuida de las viñas, supervisando todas las etapas, desde la poda invernal hasta la recolección manual de las uvas. Su trabajo es fundamental para garantizar la calidad de las cosechas, y lo realiza en estrecha colaboración con Cellai. Además, la aplicación de nuevas prácticas y experimentos innovadores es clave para mejorar continuamente el rendimiento de la bodega. Beni destaca la importancia de conocer el terreno y las variedades de uva, un conocimiento que, apoyado por maquinaria avanzada, permite anticiparse a los cambios que afectan la producción.

Por otro lado, el papel de Erasmo Mazzone, responsable de la producción de vino, es esencial en la etapa de vinificación. Desde su llegada en 2016, Mazzone ha estado involucrado en cada detalle del proceso, asegurando que se sigan las mejores prácticas enológicas. Esto incluye el análisis diario en el laboratorio interno y la toma de decisiones clave durante la vendimia, como cuándo y dónde cosechar. La precisión y la atención a los detalles son elementos imprescindibles para producir vinos de calidad, y la capacidad de trabajar con lotes pequeños permite a Vallepicciola crear vinos que cumplen con las demandas del mercado sin perder su identidad.

Finalmente, Tamara Marini, con dos décadas de experiencia en el sector de la hospitalidad, se encarga de recibir a los visitantes en la finca Bolfo, ubicada en una región muy demandada por el turismo enológico como lo es el Chianti Classico. Marini se esfuerza por ofrecer una experiencia personalizada, haciendo que los amantes del vino se sientan bienvenidos y disfruten de una visita única. Su enfoque se basa en la empatía y la creatividad para satisfacer las expectativas de los clientes, proporcionando una experiencia memorable que refleja la filosofía de calidad y detalle que caracteriza a Vallepicciola.

Con 275 hectáreas, de las cuales 107 están dedicadas a viñedos, la bodega produce 500.000 botellas anuales repartidas en 15 etiquetas. Además de los vinos, la finca produce Vin Santo, grappa, champán y aceite de oliva virgen extra, gracias a sus 4.000 olivos. Esta combinación de tradición, innovación y un equipo comprometido es la fórmula que ha llevado a Vallepicciola a destacarse como una referencia de excelencia en el mundo del vino.