La inmigración, salvavidas para la hostelería española

El aumento de trabajadores extranjeros en los bares y restaurantes de España se ha convertido en un alivio para un sector que sufre una escasez de personal cada vez más acusada. La falta de empleados, sumada al envejecimiento de la plantilla, lleva a los empresarios a solicitar medidas que faciliten la incorporación de más extranjeros a través de la contratación en origen. Según los datos de la patronal Hostelería de España, el 25 % de los empleados en la restauración son extranjeros, lo que supone una ayuda significativa para paliar las carencias de personal.

Las cifras oficiales proporcionadas por la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejan que el sector de la hostelería, que incluye tanto la restauración como los hoteles, cuenta con casi dos millones de personas empleadas. De este total, más de medio millón de trabajadores son extranjeros, procedentes tanto de la Unión Europea como de países terceros. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones detalla que 550.568 extranjeros están afiliados a la Seguridad Social en este sector, siendo la hostelería la industria con mayor presencia de este colectivo, por delante del comercio y la reparación de vehículos.

Por comunidades autónomas, Cataluña lidera el número de empleados extranjeros en hostelería, con más de 118.000 trabajadores, seguida por Madrid, la Comunidad Valenciana, Baleares y Andalucía. Estas cifras ponen de relieve la relevancia de la inmigración para sostener el sector, especialmente en zonas con una alta afluencia turística.

Para los empresarios, la inmigración es vista como un factor clave para el crecimiento del sector en un contexto en el que la población española envejece. Emilio Gallego, secretario general de la patronal, ha manifestado que la inmigración representa una oportunidad para ampliar y reforzar la plantilla. No obstante, también ha señalado que el modelo actual de contratación en origen es "inexistente" en España, lo que supone una "gran laguna" que debería abordarse. Gallego aboga por la creación de un sistema robusto de visados laborales que permita captar trabajadores en sus países de origen, similar a lo que ocurre en otros sectores en los que se contrata a temporeros o empleados bajo acuerdos bilaterales.

Por otro lado, los sindicatos de hostelería han acogido con cautela este creciente peso de los trabajadores extranjeros en el sector. Gonzalo Fuentes, responsable de Hostelería de Comisiones Obreras (CCOO), ha subrayado que el aumento de la inmigración en la restauración, especialmente después de la pandemia, ha sido positivo, aunque advierte que este sector sigue caracterizándose por una alta temporalidad y parcialidad, lo que afecta la estabilidad de los empleados. Además, ha propuesto que los empresarios asuman los costes de vivienda para aquellos trabajadores extranjeros que llegan a cubrir puestos en temporada, ya que los precios de alquiler se han disparado en muchas zonas turísticas.

Desde la Unión General de Trabajadores (UGT), Omar Rodríguez ha mostrado su desacuerdo con la propuesta empresarial de traer contingentes de otros países, argumentando que estos trabajadores, al no poder comparar sus condiciones con las de su lugar de origen, podrían ser vulnerables a situaciones de abuso o engaño. Rodríguez coincide con CCOO en que es necesario mejorar las condiciones laborales en el sector y hacer más atractivos los empleos para los jóvenes. Sugiere que, en lugar de depender exclusivamente de la inmigración, los empresarios deberían centrarse en mejorar los convenios colectivos y ofrecer contratos más estables y condiciones laborales más atractivas.

Así las cosas, mientras los empresarios del sector ven en la inmigración una posible solución a la falta de trabajadores, los sindicatos insisten en que es necesario mejorar las condiciones laborales para hacer de la hostelería un sector más atractivo para los propios ciudadanos españoles, especialmente los jóvenes. La propuesta de contratar en origen continúa siendo un punto de fricción, con diferentes opiniones sobre su viabilidad y posibles consecuencias para los trabajadores.