Pérdidas de hasta el 70% en la cosecha del Jura 2024

Viticultores del Jura hacen frente este año a una cosecha dramáticamente reducida

Lunes 16 de Septiembre de 2024

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Los viticultores del Jura anticipan una cosecha dramáticamente reducida para el millésime 2024, con pérdidas estimadas entre el 60 y el 70% en muchas explotaciones. Aunque se espera que la calidad de los vinos sea buena, la cantidad resultante será insuficiente para sostener el negocio de muchas bodegas. El clima adverso, marcado por un episodio de heladas en abril, ha sido el principal causante de esta situación. Benoît Sermier, viticultor en la región, señala que el frío intenso llegó en un momento clave del crecimiento de las vides, cuando los brotes apenas tenían unas pocas hojas jóvenes. Esto provocó que las heladas de finales de abril quemaran gran parte de la vegetación, reduciendo drásticamente el número de racimos por cepa.

La cosecha en 2023 tuvo lugar a finales de agosto, mientras que este año se retrasó hasta septiembre debido a las heladas primaverales, que ralentizaron el ciclo de floración. Sermier destaca que esta no es la primera vez que soportan heladas devastadoras. En 2017, 2019 y 2021 ya se habían registrado pérdidas importantes, aunque las condiciones de este año parecen haber afectado de manera más severa. Los viticultores más jóvenes, en particular, están experimentando dificultades para mantener sus fincas debido a la falta de producción en años anteriores, lo que ha reducido su capacidad de hacer acopio de vino para tiempos más difíciles.

El impacto del cambio climático no se limita a las heladas. Las lluvias inusualmente persistentes y las condiciones húmedas desde el otoño pasado han agravado los problemas para los productores de vino en el Jura. Patrick Rolet, un viticultor y ganadero de la región, comenta que las precipitaciones constantes les obligaron a tratar las viñas con más frecuencia de lo habitual, un retos especialmente grande para los productores en agricultura biológica, donde los métodos de protección son más limitados. Estas condiciones climáticas también fomentaron la propagación del mildiou, una enfermedad fúngica que afecta a las vides y que podría comprometer la producción de vino en años futuros, como el de 2025.

Según Olivier Badoureaux, director del Comité Interprofesional de los Vinos del Jura, la magnitud de las pérdidas de este año no tiene precedentes en los últimos 25 años. De una cosecha promedio de 80.000 hectolitros, este año apenas se espera alcanzar entre 25.000 y 30.000 hectolitros, lo cual representa una reducción alarmante para la región. A pesar de esto, muchos productores mantienen la esperanza de que, aunque la cantidad sea limitada, la calidad de los vinos obtenidos este año logre satisfacer las expectativas del mercado. Sin embargo, esta situación plantea serios interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo de las explotaciones vitícolas en el Jura frente a la creciente inestabilidad climática.

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