La Comisión Europea crea un grupo de alto nivel para garantizar el futuro del sector vitivinícola

El 11 de septiembre se celebró la primera reunión del Grupo de Alto Nivel sobre Política Vitivinícola, una iniciativa de la Comisión Europea destinada a analizar el estado del sector del vino y definir estrategias que aseguren su crecimiento a medio y largo plazo. En esta reunión participaron la Comisión Europea, los Estados miembros y representantes del sector vinícola europeo, incluyendo la Federación Europea de Vinos de Origen (EFOW), que representa a las denominaciones de origen de vinos en Europa. La EFOW aprovechó la ocasión para exponer una serie de propuestas con el fin de reforzar la competitividad y la resiliencia del sector.

En el contexto europeo, las denominaciones de origen juegan un papel fundamental, ya que alrededor del 80 % de las zonas vitícolas de la Unión Europea están dedicadas a la producción de vinos con DOP (Denominación de Origen Protegida) o IGP (Indicación Geográfica Protegida). Estas áreas son esenciales para el tejido socioeconómico de numerosas regiones, donde la viticultura constituye la principal actividad agrícola viable. No obstante, el sector se enfrenta a retos importantes que amenazan su futuro.

Uno de los principales problemas es la continua disminución en el consumo de vino, tendencia que ha sido constante durante la última década y que, según las previsiones de la Comisión Europea, podría acentuarse. Además, el consumo de vino se está volviendo más ocasional, mientras que en algunos países de la UE las autoridades han adoptado posturas restrictivas respecto al consumo de alcohol, afectando también al vino. Por otro lado, las dinámicas del mercado están cambiando. Se observa una caída en el consumo de vino tinto y en las ventas de vinos tranquilos de gama media, debido a la competencia con otras bebidas alcohólicas cuyo consumo se ha mantenido estable.

El mercado también soporta perturbaciones adicionales, como las dificultades para producir vinos con bajo o sin contenido de alcohol, la ralentización de los mercados de exportación y el riesgo de conflictos comerciales debido a la situación geopolítica. A todo ello se suma el impacto del cambio climático, con fenómenos meteorológicos extremos como lluvias torrenciales y sequías que afectan la producción y contribuyen a la inestabilidad del sector.

Durante la reunión, Riccardo Ricci Curbastro, presidente de EFOW, expresó su apoyo a la creación del Grupo de Alto Nivel y destacó la importancia de fomentar el diálogo y el compromiso para abordar los problemas del sector. Entre las propuestas presentadas por la organización destacan cinco pilares clave.

El primero es el apoyo específico al mercado, con medidas destinadas a ayudar a los operadores en dificultades, siempre que se cumplan ciertos requisitos que aseguren la aplicación responsable de estas ayudas. En segundo lugar, se propone reforzar y flexibilizar el régimen de autorizaciones de plantación de viñedos para garantizar una gestión eficiente del potencial vitícola y un crecimiento sostenible, ajustado a las demandas del mercado.

El tercer pilar es la mejora de la promoción y la diversificación de los canales de comercialización. EFOW aboga por optimizar las herramientas de promoción, especialmente en lo que respecta a su acceso, aplicación y justificación para los beneficiarios, que incluyen bodegas, cooperativas y consejos reguladores. Además, considera fundamental diversificar los mercados para mejorar la competitividad y abrir nuevas oportunidades comerciales, mediante una estrategia comercial ambiciosa a nivel europeo.

El cuarto punto es el fomento de la sostenibilidad, incentivando la adopción de prácticas sostenibles, tanto en términos de protección del medio ambiente como de responsabilidad social, pero sin imponerlas de manera obligatoria. Por último, se subraya la importancia de un etiquetado riguroso, que garantice la transparencia y refuerce la confianza de los consumidores.

Ricci Curbastro concluyó que el objetivo de EFOW es promover un modelo económico responsable que asegure que la producción de vinos con denominación de origen se alinee con las demandas del mercado, asegurando la prosperidad del sector y una remuneración justa para los productores. Enfatizó que el sector vitivinícola europeo se encuentra en un momento decisivo, y que el apoyo de las instituciones europeas es esencial para salvaguardar su futuro y el bienestar de las comunidades rurales que dependen de él.