La producción en Francia se desploma un 18%

La vendimia 2024 en Francia está marcada por una reducción significativa en la producción, con un descenso estimado del 18% respecto al año anterior. Esta caída se debe a condiciones climáticas adversas que han afectado la mayoría de las regiones vitícolas. El Ministerio de Agricultura estima que la producción alcanzará los 39,3 millones de hectolitros, una cifra revisada a la baja respecto a las previsiones iniciales de entre 40 y 43 millones de hectolitros, publicadas en agosto antes del comienzo de la cosecha. La corrección en las estimaciones se ha hecho tras una evaluación más precisa de los resultados de la floración en los viñedos tardíos, especialmente en las Charentes.

Entre las regiones más afectadas se encuentra el Jura, donde la producción ha caído un 71% respecto al año anterior. Este descenso se debe a las heladas y al mildiú que han castigado los viñedos, después de un excelente año 2023. No obstante, en términos de volumen, el retroceso más importante se da en el gran viñedo de las Charentes, donde, a pesar de un aumento en la superficie cultivada, la producción disminuirá un 35%. Este descenso se atribuye a un menor número de racimos y a una floración deficiente, causada por condiciones climáticas húmedas.

El Val de Loire también sufre una reducción del 30% en su producción debido principalmente al mildiú, mientras que en la región de Bourgogne-Beaujolais se espera una pérdida de alrededor de un 25%, agravada por tormentas de granizo en algunas zonas. La Champagne, por su parte, registra una caída del 16% en comparación con el año pasado, aunque su producción sigue siendo un 8% superior a la media de los últimos cinco años. En la región de Burdeos, la producción disminuirá un 10%, afectada por enfermedades y tormentas de granizo. Además, esta región ha visto una reducción de sus superficies vitícolas, en línea con el plan que contempla el arranque de 8.000 hectáreas de viñedos este año, debido a la disminución de las ventas de vino en los últimos años, especialmente de vino tinto.

Además de las heladas y el mildiú, los viticultores han tenido que lidiar con fenómenos como la coulure, que provoca la caída de flores y bayas jóvenes, y el millerandage, que genera una variación en el tamaño de las uvas. Estos fenómenos se deben a las condiciones frías y húmedas durante el período de floración. La mayoría de los viñedos franceses se han visto afectados por el mildiú, lo que ha contribuido a la reducción de la cosecha.

En contraste, el pequeño viñedo de Córcega ha experimentado un aumento del 9% en su producción en comparación con la media de los últimos cinco años, gracias a las lluvias de agosto, aunque se prevé una disminución del 5% respecto a 2023. A nivel nacional, la vendimia 2024 es un 11% inferior a la media de producción registrada entre 2019 y 2023, lo que confirma un retroceso general en la producción vitícola francesa este año.