Piamonte supera las expectativas contra todo pronóstico

La vendimia en el Piamonte de 2024 ha comenzado bajo grandes expectativas a pesar de las complicaciones derivadas del cambio climático. Este año, la región vinícola ha soportado unas condiciones climáticas inusuales, marcado por lluvias abundantes en primavera y temperaturas elevadas durante el verano. Aun así, los productores locales mantienen su optimismo sobre la calidad de la cosecha, gracias a una gestión cuidadosa de los viñedos y a las mejoras climáticas a lo largo del año.

Las primeras uvas en ser recolectadas en las colinas de Cuneo incluyen el Pinot y el Chardonnay, utilizados principalmente para la elaboración de espumosos en la zona de la Bassa Langa. Sin embargo, para las uvas destinadas a la producción de Alta Langa DOCG, la recogida se retrasará unos días más. Durante la segunda mitad de septiembre, será el turno de variedades como el Moscato, Chardonnay y Arneis, mientras que las uvas tintas como el Dolcetto se recogerán poco después. La Barbera y el Nebbiolo, dos de las variedades más representativas de la región, serán cosechadas entre finales de septiembre y principios de octubre.

El clima ha sido un factor clave en esta vendimia. Las lluvias primaverales ayudaron a mitigar los efectos de la sequía de años anteriores, pero también favorecieron la aparición de enfermedades fúngicas, lo que supuso un reto importante para los productores. No obstante, con el apoyo técnico de expertos y la experiencia de los viticultores, la situación se ha mantenido bajo control. Las temperaturas estivales, más estables, han facilitado el desarrollo óptimo de las uvas, lo que refuerza la confianza en la calidad de la producción de este año.

En cuanto a los vinos espumosos de la región, el territorio del Alta Langa se ha mostrado especialmente prometedor. A pesar de las dificultades iniciales, las uvas de Pinot Nero, la base de estos espumosos, parecen estar en buen estado, lo que augura una cosecha dentro de la media en cuanto a cantidad y con altas expectativas en calidad. Lo mismo ocurre con el Moscato de Asti DOCG, que empezará a recogerse en los primeros días de septiembre. Las condiciones climáticas, en particular las fluctuaciones de temperatura entre el día y la noche, están contribuyendo al desarrollo aromático de las uvas, garantizando un buen resultado final.

Entre las variedades tintas, el Nebbiolo, el Dolcetto y la Barbera protagonizan una parte fundamental de la vendimia. El Nebbiolo, utilizado en la elaboración de vinos tan prestigiosos como el Barolo y el Barbaresco, es especialmente sensible a las variaciones climáticas, pero este año las previsiones son favorables. La combinación de factores meteorológicos y la habilidad de los viticultores sugiere que 2024 podría ser una buena añada para los tintos de la región.

A nivel nacional, la vendimia de 2024 también soporta a condiciones variables según la región. En Lombardía, la recolección de uvas en Franciacorta comenzó a mediados de agosto. Las expectativas son optimistas, con un buen estado sanitario de las uvas y un volumen de producción acorde a la media. En el Oltrepò Pavese, sin embargo, se espera una disminución del 30% en la cosecha debido a las intensas lluvias. A pesar de esto, la calidad, especialmente de los vinos blancos y los espumosos, sigue siendo prometedora.

En el Trentino, las uvas destinadas al TrentoDoc, el espumoso de montaña, también están en proceso de ser recolectadas. En la región, bodegas como Ferrari Trento ya han comenzado a trabajar con las primeras uvas de Chardonnay, mientras que el Pinot Nero será cosechado más adelante en septiembre. A pesar de la dificultad que conlleva el terreno montañoso, se espera que la calidad de los vinos espumosos de esta región sea alta.

El Prosecco, otro de los grandes protagonistas del mercado vinícola italiano, iniciará su vendimia en las primeras semanas de septiembre. Las previsiones actuales indican que la cosecha de Glera, la uva base del Prosecco, será de buena calidad, con cantidades en línea con las de años anteriores. Las condiciones meteorológicas favorables, junto con el buen estado sanitario de las uvas, hacen pensar que será un buen año para esta variedad.

Así las cosas, la vendimia de 2024 en el Piamonte, así como en otras regiones clave de Italia, se desarrolla con grandes expectativas, tanto en términos de calidad como de cantidad. Las adversidades climáticas han supuesto un reto importante, pero los viticultores han sabido adaptarse y manejar estas dificultades para garantizar una cosecha prometedora.