¿Una copa de vino al día hace daño? analista dice que no

David Spiegelhalter (Universidad de Cambridge) denuncia “obsesión” con el alcohol y afirma que no hay evidencia sólida de riesgo por consumo moderado

Lunes 02 de Septiembre de 2024

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David Spiegelhalter
Sir David Spiegelhalter

El profesor de la Universidad de Cambridge, David Spiegelhalter, conocido por su trabajo en análisis de datos durante la pandemia de Covid-19, ha cuestionado la postura de algunos expertos en salud pública sobre los riesgos asociados al consumo moderado de alcohol. Durante su participación en el programa "The Food Chain" de la BBC World Service, Spiegelhalter criticó lo que él considera una "obsesión inútil" con los peligros de consumir pequeñas cantidades de alcohol, argumentando que la relación entre el alcohol y una muerte prematura ha sido exagerada.

Según Spiegelhalter, desde un punto de vista estadístico, el impacto de consumir una cerveza o una copa de vino al día, que se encuentra dentro de las recomendaciones actuales del gobierno del Reino Unido, no tiene un efecto mayor en la esperanza de vida que conducir un coche o comer carne. De hecho, señaló que algunos estudios serios han mostrado beneficios para la salud al consumir alcohol en pequeñas cantidades.

El profesor expresó su frustración con afirmaciones obsesivas como "no hay un nivel seguro de alcohol", destacando que el nivel de riesgo asociado a una o dos copas al día es "muy bajo" y "extremadamente difícil de estimar" desde el punto de vista médico. Además, describió las directrices actuales del Servicio Nacional de Salud (NHS) sobre el consumo de alcohol como "ideales". Al referirse a las recientes recomendaciones de Canadá, que sugieren un límite de dos bebidas por semana, Spiegelhalter las calificó como "completamente innecesarias" y "creadoras de un problema inexistente".

Spiegelhalter también advirtió sobre el riesgo político de aconsejar a quienes ya consumen alcohol de manera moderada que reduzcan aún más su ingesta, ya que podría generar desconfianza hacia los funcionarios de salud pública y sus directrices. Además, subrayó un aspecto importante que a menudo se pasa por alto en las discusiones sobre el alcohol: su impacto positivo en la salud mental, al señalar que para muchas personas el alcohol aporta alegría. Resaltó que el componente social del alcohol casi nunca se menciona, y que es común que las personas lo utilicen para reducir la ansiedad en situaciones sociales. Añadió que, además de su sabor, el alcohol tiene un papel fundamental en las comidas.

Este debate surge en un momento en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol, lo que ha generado preocupación sobre posibles cambios en las políticas de salud pública que reflejen esta opinión. Además, se ha cuestionado la inclusión del vino tinto en la llamada "dieta mediterránea" y se ha argumentado que numerosos estudios han sobrevalorado sus beneficios para la salud.

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