El turismo rural: ¿Cómo gestionar el éxito sin perjudicar a los pueblos?

El turismo rural crece, pero la saturación amenaza su sostenibilidad

Viernes 23 de Agosto de 2024

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El turismo rural en España, como suele ser el caso del enoturismo, experimenta un notable aumento de demanda, especialmente en periodos concretos como el verano, cuando algunos pueblos y enclaves naturales soportan una afluencia de visitantes que supera su capacidad habitual. Este fenómeno, aunque no generalizado, afecta a localidades específicas y genera situaciones de saturación que, según los expertos, requieren una mejor planificación y diversificación de la oferta turística.

El presidente de la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur), Pedro Carreño, ha señalado que, pese al incremento en la demanda, la situación de saturación es puntual y se concentra en determinadas épocas del año. España cuenta con alrededor de 8.000 pueblos y 15.000 casas de alojamiento rural, lo que resulta en una media de dos casas por pueblo, lo que no supone una amenaza de saturación en términos generales. Sin embargo, algunos municipios, particularmente aquellos con celebraciones festivas, experimentan un aumento significativo en la población, lo que sobrepasa su capacidad de acogida y servicios.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que, hasta junio, las pernoctaciones en alojamientos rurales han aumentado un 2,29 %, mientras que el número de viajeros ha crecido un 3,23 %, con una estancia media que se sitúa en 2,45 días, aunque esta cifra ha disminuido en comparación con el año anterior. Este incremento, aunque moderado, refleja una tendencia sostenida hacia el turismo rural, impulsada por el deseo de muchas familias de reconectar con sus raíces y disfrutar de la tranquilidad de los pueblos.

Por otro lado, Francisco Parra, presidente de la Asociación de Profesionales de Turismo Rural (Autural), destaca que la alta demanda se concentra en zonas ligadas a entornos naturales, donde la capacidad de acogida es limitada. Este aumento de visitantes, que buscan disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad, contrasta con la capacidad real de las pequeñas localidades para ofrecer todos los servicios demandados, lo que a menudo obliga a importar productos y servicios desde fuera, diluyendo la autenticidad y la identidad local.

Un caso ilustrativo es el de Las Médulas, en la provincia de León, un paraje natural que en los últimos años ha visto un notable incremento en la afluencia de turistas. Las Médulas, con sus escasos 500 habitantes repartidos en pequeñas pedanías como Carucedo y Orellán, reciben alrededor de 200.000 visitantes anuales, la mayoría concentrados en los meses de verano y en puentes festivos. Este desequilibrio estacional genera una presión sobre los recursos locales y evidencia la necesidad de una planificación más adecuada para distribuir el flujo turístico de manera más uniforme a lo largo del año y en distintos puntos de la región.

La hostelería rural también se ha visto afectada por este fenómeno, con un aumento en la demanda que no siempre puede ser cubierto debido a la falta de personal y a la limitada infraestructura. En algunos casos, bares y restaurantes han optado por cerrar temporalmente ante la imposibilidad de manejar el exceso de clientes, lo que también ha generado un aumento de precios y molestias entre los residentes locales.

Aunque el turismo rural en España está en auge, la saturación es un fenómeno localizado y temporal, que pone de manifiesto la necesidad de una mejor gestión y planificación para asegurar que tanto los visitantes como los residentes puedan disfrutar de los beneficios del turismo sin comprometer la calidad de vida en estas zonas. Los expertos abogan por una diversificación de la oferta turística y una promoción más equilibrada de otros destinos menos conocidos, con el fin de repartir la afluencia de turistas y preservar la autenticidad y la sostenibilidad del turismo rural.

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