Los secretos de las bodegas españolas para crear los mejores vinos

Cómo la tecnología está optimizando cada etapa de la producción vinícola en España

Vilma Delgado

Miércoles 21 de Agosto de 2024

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España lleva muchos años como uno de los países de referencia en el ámbito de la producción vinícola. Nuestros vinos no solo tienen una enorme fama internacional y denominaciones de origen de un prestigio extraordinario, sino que continuamente respaldan esa fama con una calidad que los hace únicos y los distingue en el mercado. Nuestra tradición vinícola tiene mucho que decir al respecto, pero no es el único factor en juego.

Siglos de experiencia de nuestras mejores bodegas han situado a nuestros vinos a la vanguardia del mercado. Sin embargo, en las últimas décadas estamos yendo todavía más allá gracias a la incorporación de nuevas tecnologías. Estas tecnologías permiten a nuestros vinos ofrecer un sabor todavía mejor, y a nuestras bodegas ahorrar en el proceso para invertir el mejor equipamiento, suministros esenciales, o nuevas tierras.

El análisis químico, desde el sustrato hasta el producto final

Una de las principales claves de esta revolución tecnológica son los análisis de valoración química, que permiten determinar la composición de una sustancia mayor o menor presencia de un determinado elemento químico en ella. Estos análisis se están implementando cada vez más en las bodegas, concursos que van desde el estudio de los vinos en sí mismos hasta la elección de los fertilizantes adecuados para cada plantación.

Por ejemplo, un productor vinícola puede estudiar la composición nutricional de sus mejores uvas para elegir las mejores semillas a la hora de plantar nuevas vides. O puede analizar la composición del vino después de distintos procesos de maduración, para elegir después el que ofrece mejor sabor y una mayor calidad nutricional. Y lo mismo puede decirse de la elección de los envases que permiten conservar mejor la calidad y el aroma de los vinos.

En cuanto al análisis del sustrato, es ideal para que las bodegas puedan adquirir los fertilizantes necesarios sin necesidad de gastar de más. Los precios de los fertilizantes son una de las principales preocupaciones en el sector agrícola español, porque algunos de ellos –sobre todo los que son ricos en fósforo– escasean cada vez más. Analizar el sustrato permite determinar las sustancias exactas que debe tener el fertilizante, y evitar la compra de las no necesarias.

Fermentación controlada

La instalación de sensores durante los procesos de fermentación también permite desarrollar vinos de mucha mejor calidad. Estos sensores trasladan a un ordenador central información como la temperatura o los niveles de oxígeno que experimenta el vino durante todo el proceso, y permite realizar ajustes en tiempo real siempre que sea necesario. Esto es ideal para no dejar las cosas al azar y tener un mayor control sobre la producción.

El resultado es un vino con mucha mayor consistencia, que además permite experimentar con diferentes condiciones de fermentación para ir mejorando la calidad del vino año tras año. Esto también permite a las bodegas desarrollar sus propios vinos distintivos explorando nuevas condiciones de fermentación con pequeñas variaciones que las hacen únicas, y que contribuyen a consolidar su sello tanto en España como en el exterior.

Energías renovables y reutilización del agua

Una bodega que incorpora continuamente nuevas tecnologías a su sistema de producción vinícola también necesita un mayor consumo de energía eléctrica, lo que puede suponer un problema cuando se disparan los precios del MWh en España. La instalación de paneles solares tanto en la bodega como en las plantaciones contribuye a mitigar este problema, y, en algunas regiones de España, puede ofrecer incluso una plena autonomía energética.

Estos paneles solares se pueden instalar en el techo de todas las instalaciones, e incluso se están instalando en forma de parasoles para proteger los cultivos durante los días de calor abrasador. Las olas de calor son cada vez más extensas e intensas en España, lo que supone una amenaza para los cultivos si no se adoptan medidas para reducir la temperatura en el campo. Estos paneles permiten aliviar las olas de calor y generar electricidad en el proceso.

Las bodegas también pueden mejorar su autonomía utilizando sistemas de reutilización del agua y, sobre todo, sistemas de riego inteligente que reducen al mínimo el agua empleada en los cultivos. Mediante la implementación de sensores conectados a un software avanzado, estos sistemas de riego garantizan que las vides reciban el agua que necesitan en todo momento, al tiempo que evitan el gasto innecesario de agua en tiempos de sequía.

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