Calor extremo en Hungría pone en riesgo el Tokaj

El cambio climático está poniendo en peligro una de las regiones vinícolas más importantes del mundo, Tokaj, en Hungría. Este año, la cosecha en la región ha comenzado un mes antes de lo habitual, lo que ha generado preocupación entre los productores de vino que apuntan al cambio climático como la causa de esta alteración. La temporada de crecimiento ha sido excepcionalmente calurosa, con julio registrando temperaturas récord, las más altas desde que comenzaron los registros en 1901.

Si estas temperaturas elevadas se vuelven recurrentes, científicos advierten que Hungría podría volverse demasiado calurosa para producir vinos blancos, incluidos los célebres vinos de Tokaj. En las regiones vinícolas del país se ha observado un aumento del 25% en los días de crecimiento, una métrica que mide las horas de sol durante la temporada de maduración de las frutas.

El científico climático Peter Szabo, de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, explicó que sus modelos indican que los días de crecimiento continuarán aumentando, lo que podría llevar a que el clima de Hungría deje de ser ideal para la producción de vino blanco. Esta situación se refleja en las palabras de László Kerek, un viticultor de Balatonlelle, en la región de Balatonboglár, quien señaló que la cosecha se ha adelantado al menos un mes.

Peter Varga, propietario de la bodega Varga, ubicada en las orillas del lago Balaton, comparó el clima de Hungría con el del Mediterráneo, aunque reconoció que los productores tendrán que adaptarse a estos cambios. En Tokaj, al este de Hungría, András Kanczler, enólogo de la bodega Basilicus, mencionó que las temporadas más cálidas podrían, en teoría, reducir los riesgos asociados a las lluvias tardías, que suelen complicar la cosecha en años más fríos.

La situación en Tokaj es un reflejo de cómo el cambio climático está afectando a regiones vinícolas tradicionales en todo el mundo. La anticipación de la cosecha y el aumento de las temperaturas podrían alterar no solo la producción, sino también las características distintivas de los vinos de la región, que son reconocidos por su dulzura y acidez, atributos que dependen en gran medida del equilibrio climático que, hasta ahora, ha favorecido la viticultura en esta parte de Europa. Con el cambio climático alterando ese equilibrio, los productores de Tokaj y otras regiones vinícolas se enfrentan a un futuro incierto, en el que tendrán que innovar y adaptarse para preservar la tradición vinícola que define sus tierras.