Lollobrigida quiere que el vino italiano sea sinónimo de calidad

El ministro de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques de Italia, Francesco Lollobrigida, ha compartido su visión sobre el futuro del vino en una reciente entrevista con Wine Spectator durante el evento "OperaWine: Finest Italian Wines" en Verona. Este evento, que marca el inicio de la feria Vinitaly, reúne a expertos y productores de vino de todo el mundo para discutir los retos y oportunidades del sector.

Lollobrigida, quien asumió el cargo en octubre de 2022, ha centrado su gestión en promover una agricultura sostenible y en proteger la rica tradición vinícola italiana. En la entrevista, abordó la crisis a la que hace frente actualmente la industria vinícola a nivel mundial, exacerbada por la reciente pandemia y la inestabilidad global, y subrayó la importancia de la viticultura en la conservación del paisaje y el medio ambiente. Según el ministro, las zonas vitícolas de Italia, como Franciacorta, Prosecco, Chianti, Montalcino, Etna y Puglia, no solo son fundamentales para la economía, sino que también contribuyen a la preservación del entorno natural.

Uno de los temas centrales de la entrevista fue el uso de Tecnologías de Evolución Asistida (TEA) para mejorar la resistencia de las vides a enfermedades y condiciones climáticas adversas. Lollobrigida explicó que estas tecnologías permiten acelerar procesos naturales de selección genética sin recurrir a organismos genéticamente modificados (OGM), lo que podría reducir la necesidad de pesticidas y hacer la producción más sostenible. Actualmente, estas tecnologías están permitidas en Italia y otros países europeos solo en un contexto experimental, pero el ministro expresó su esperanza de que su uso se expanda para mantener la competitividad de la agricultura europea frente a otras regiones del mundo.

El ministro también habló sobre el reto demográfico que sufre Italia, con una población envejecida y una baja tasa de natalidad que afecta la disponibilidad de mano de obra en el sector agrícola. Propuso la modernización de la agricultura mediante el uso de tecnologías avanzadas y la capacitación de inmigrantes que puedan llenar los vacíos en la fuerza laboral, destacando la necesidad de garantizar que estos trabajadores tengan acceso a formación adecuada y condiciones de trabajo justas.

En cuanto al mercado del vino, Lollobrigida abogó por un enfoque en la calidad en lugar de la cantidad, señalando que las regiones italianas más reconocidas por su producción de vino de alta calidad, como Véneto, Piamonte y Toscana, deben servir de modelo para el resto del país. Promovió un consumo responsable, alentando a los consumidores a valorar más la calidad que la cantidad en sus elecciones de vino.

El ministro también destacó la importancia de atraer a los jóvenes al sector agrícola, ofreciendo incentivos como préstamos subvencionados para la compra de tierras y mejorando la formación en institutos agrícolas. Según él, es fundamental garantizar un relevo generacional en el campo para preservar la tradición y la innovación en la producción vinícola.

Finalmente, Lollobrigida subrayó el papel del turismo enológico en Italia, un país que cuenta con un rico patrimonio cultural y natural. El turismo enológico no solo contribuye a la economía local, sino que también ayuda a preservar la identidad cultural de las regiones vinícolas.

En definitiva, Francesco Lollobrigida presentó una visión integral y a largo plazo para el futuro del vino en Italia, enfocada en la sostenibilidad, la innovación tecnológica y la preservación de la calidad y la tradición vinícola en el contexto de los desafíos globales actuales.