Un reciente estudio revela que el alcohol podría reducir tóxicos en el cuerpo

Científicos descubren que el alcohol podría ser un aliado inesperado ofreciendo un efecto protector frente a tóxicos

Miércoles 12 de Junio de 2024

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Investigadores del Instituto de Ciencias Ambientales de Nanjing, China, han llevado a cabo un estudio que aporta nuevos conocimientos sobre la interacción entre el consumo de alcohol y la toxicidad del arsénico en el organismo. El estudio, publicado en la revista Eco-Environment & Health, analiza cómo el alcohol puede alterar la microbiota intestinal y las barreras intestinales, lo que influye en la distribución y eliminación del arsénico en el cuerpo.

El arsénico es un carcinógeno bien conocido presente en el medio ambiente, al que estamos expuestos a través del agua, los alimentos y el suelo. La comprensión de cómo se absorbe y almacena en el cuerpo es fundamental para evaluar los riesgos para la salud. Los investigadores simularon la ingesta humana de arsénico y alcohol en ratones mediante la incorporación de arseniato y licor chino en su dieta. Sorprendentemente, descubrieron que aunque el alcohol aumentaba la absorción de arsénico en el intestino, también reducía su acumulación en órganos vitales como el hígado y los riñones.

El estudio reveló que el alcohol daña las barreras intestinales y altera la microflora intestinal, lo que aumenta la entrada de arsénico al torrente sanguíneo. Sin embargo, este aumento en la absorción intestinal del arsénico se ve contrarrestado por una mayor eliminación del mismo a través de la orina. El alcohol aumenta la filtración renal y reduce los niveles de hormona antidiurética, facilitando así la excreción del arsénico y disminuyendo su potencial tóxico en el organismo.

Esta investigación destaca la compleja interacción entre sustancias comunes y sus efectos imprevistos en la salud. El doctor Hongbo Li, autor principal del estudio, subraya la importancia de entender cómo interactúan el alcohol y el arsénico dentro del cuerpo para poder predecir y mitigar mejor los riesgos para la salud.

Los resultados obtenidos en ratones sugieren que el consumo de alcohol podría mejorar la eliminación de arsénico del cuerpo, disminuyendo su acumulación en los tejidos y, por ende, reduciendo ciertos riesgos de toxicidad. Esta información es especialmente relevante para grupos de personas que están expuestas tanto al arsénico como al alcohol, ya que ofrece una visión detallada de los factores de riesgo y sus interacciones.

El arsénico, que se encuentra naturalmente en la corteza terrestre, puede contaminar el agua y los alimentos, especialmente en zonas con depósitos naturales de este elemento. Según Almudena Seijido y Rita Allegüe, miembros del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas y del Codinugal (Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Galicia), el arsénico puede estar presente en bajas cantidades en el arroz y sus derivados, mariscos como mejillones y crustáceos, y vegetales de hoja verde como la lechuga o las espinacas debido al agua de riego. El tabaco también puede contener arsénico.

Los efectos del arsénico en la salud dependen de varios factores, como la duración, cantidad y método de exposición. Los problemas que puede causar incluyen intoxicación, irritaciones en la piel, cáncer, problemas neurológicos, enfermedades cardiovasculares, daños cutáneos y hepáticos, e incluso la muerte en casos de exposición prolongada a niveles muy bajos.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas y Nutricionistas de España se ha hecho eco difundido los hallazgos de esta investigación en su sitio web, subrayando la importancia de estos descubrimientos para la comprensión y gestión de la exposición al arsénico en la dieta humana.

Este estudio abre nuevas vías para explorar cómo ciertos hábitos de consumo pueden influir en la toxicidad de elementos perjudiciales presentes en nuestro entorno, y destaca la necesidad de continuar investigando las complejas interacciones entre la dieta y la salud.

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