¿Qué comer para mantener tu mente joven? La ciencia tiene la respuesta

Estudio revela alimentos clave para proteger tu cerebro

Miércoles 29 de Mayo de 2024

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Un estudio reciente realizado por la Universidad Estatal de Iowa sugiere que el consumo de queso y vino tinto puede ayudar a combatir los síntomas de la demencia. Este estudio, publicado en el Journal of Alzheimer's Disease, analizó a casi 1.800 británicos y encontró que una copa diaria de vino tinto, junto con la ingesta de queso y una comida semanal de cordero, puede reducir el riesgo de desarrollar demencia debido a los niveles de proteínas en el cerebro que ofrecen protección contra el daño.

El estudio se centró en datos del UK Biobank, que incluyeron a participantes de entre 46 y 77 años. Los investigadores pidieron a los participantes que detallaran su consumo de diversos alimentos y bebidas, incluyendo frutas frescas y secas, vegetales crudos y cocidos, pescados grasos y magros, carnes procesadas, aves, carne de res, cordero, cerdo, queso, pan, cereales, té, café, cerveza, sidra, vino tinto, vino blanco, champán y licores.

A continuación, los participantes completaron una Prueba de Inteligencia Fluida (FIT) desde 2006 hasta 2010, y en dos evaluaciones de seguimiento realizadas entre 2012-2013 y 2015-2016. Los resultados mostraron que el queso es el alimento que más protege contra problemas cognitivos a lo largo de la vida. Además, el consumo diario de alcohol, especialmente vino tinto, y la ingesta semanal de cordero, aunque no de otras carnes rojas, mejoraron la función cognitiva a largo plazo.

Lo peor para el cerebro, la sal

En el lado negativo, el estudio identificó que el consumo excesivo de sal es el mayor contribuyente a la función cognitiva deteriorada, aumentando significativamente el riesgo de Alzheimer cuando se consume en grandes cantidades.

El Dr. Auriel Willette, profesor asistente en Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana, subrayó la necesidad de realizar ensayos clínicos aleatorizados para determinar si los cambios en la dieta pueden tener un impacto significativo en la salud cerebral. Willette mencionó que, aunque se consideró si los resultados podrían deberse a los hábitos alimenticios de personas con mayor nivel socioeconómico, la necesidad de ensayos controlados sigue siendo esencial.

Brandon Klinedinst, candidato a doctorado en Neurociencia, añadió que, aunque los factores genéticos pueden influir, las elecciones alimenticias adecuadas pueden prevenir la enfermedad y el deterioro cognitivo. Klinedinst afirmó que mejorar nuestra alimentación podría ser clave para entender mejor el Alzheimer y revertir la trayectoria de esta enfermedad.

La investigación de la Universidad Estatal de Iowa destaca la posible relación entre ciertos hábitos alimenticios y la reducción del riesgo de demencia. El consumo moderado de vino tinto y la inclusión de queso y cordero en la dieta semanal podrían ser estrategias simples pero efectivas para proteger la función cognitiva a medida que envejecemos.

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