Ideas originales para cenas de empresa con el vino como protagonista

El vino se ha convertido en un ingrediente central de nuestra gastronomía y tiempo de ocio. La existencia de bodegas de cada vez mejor calidad hace que cualquier encuentro social esté regado por tintos, blancos o rosados deliciosos. De hecho, introducir el vino en el menú es una de las mejores ideas para cenas de empresa que se puede tener.

Y, además, no hay que conformarse con elegir un par de botellas y servirlas junto con los aperitivos y los platos centrales, sino que un almuerzo de empresa puede convertirse en una experiencia única con ayuda de esta bebida, siempre que se haga con moderación y responsabilidad, por supuesto.

¿Cuáles son las mejores ideas para "jugar" con el vino en comidas de empresa? En Vinetur hemos seleccionado algunas de las opciones que más se repiten entre quienes aman la cultura vinícola y tienen que organizar su comida de empresa.

Empezar con una cata

Cada vez son más las personas que aman el vino y disfrutan de una buena botella de vez en cuando. Sin embargo, no es alto el porcentaje de gente que verdaderamente conoce detalles sobre las notas de cata, tipos de uva, especificaciones del proceso de elaboración, etc.

El deseo de saber más para beber mejor ha hecho que las catas de vino para aficionados se hayan popularizado. Además, los expertos que las realizan saben darle un toque lúdico y muy divulgativo, para que el objetivo final sea divertirse a la vez que se aprende.

Cena de maridaje

Hasta hace unos años, los maridajes largos que permiten cambiar de vino casi con cada plato eran algo exclusivo de los restaurantes gastronómicos. Afortunadamente, en la actualidad, son muchos los profesionales de sala que saben, y mucho, sobre el vino.

La consecuencia de esto es que en muchos locales que ofrecen comidas de empresa hay camareros capacitados para crear un maridaje excepcional con cada pase del menú. Sin duda, una cena o comida eleva el grado de satisfacción cuando cada plato va acompañado de un tinto, espumoso o blanco que combina de manera excepcional con los sabores que se van a probar.

El contramaridaje

En esta misma línea, los contramaridajes han llegado para sorprender todavía más a los comensales que quieren disfrutar del buen beber.

Si el acompañamiento clásico tiene por objetivo elegir vinos que mantengan un equilibrio con el plato, el contramaridaje busca justo lo contrario, ya que apuesta por copas que contrastan en sabores con lo que se toma, llevando el paladar a otras dimensiones.

Un ejemplo clásico del contramaridaje es la elección de vinos dulces, como el pedro ximénez, para tomar con quesos azules muy agrios. El resultado siempre sorprende.

Recorrer la geografía española y probar vinos desconocidos

Hay un tercer paso en el contexto de los maridajes de vino en las cenas de empresa:, y consiste en romper con el clásico verdejo, ribera o rioja, y hacer que en cada encuentro la velada se acompañe con vinos de una región distinta.

Almorzar con propuestas de la región de Murcia —Jumilla, Bullas, Cartagena—, optar por los clásicos vinos de Jerez, o lanzarse a descubrir qué se extrae de las viñas de Canarias, es otra forma de aprender mucho de vinos, suelos y barricas sin renunciar a la diversión.

Regalar vino

Cuando los almuerzos de empresa se dan en fechas señaladas, como la Navidad, muchos directivos quieren tener un detalle con su plantilla. En estos casos, las opciones son muchas, pero pocas consiguen tan buen sabor de boca como regalar vino.

Elegir un par de botellas singulares, con unas notas de cata diferentes, que apuesten por sorprender al comensal. Esta es una opción perfecta para lograr que el equipo de trabajo se sienta feliz y agradecido por los detalles de la dirección.

Elegir un viñedo para cenar allí

Otra idea interesante es elegir un viñedo y una bodega para celebrar el encuentro con los trabajadores. Son muchas las empresas dedicadas al vino que ya ofrecen esta experiencia y que permiten visitar la plantación, la maquinaria de extracción, las bodegas y, además, hacer una cata in situ con enólogos de la explotación.

Salir de la ciudad, pasar un día en pleno campo y aprender de vinos es superagradable, sobre todo si se culmina el plan con un almuerzo que eleve todavía más las expectativas de los comensales.

El vino es una bebida indispensable dentro de la gastronomía mediterránea. En los últimos años, se ha registrado un boom tanto de productores como de consumidores, que quieren saber más sobre la producción y mejorar la forma en la que beben desde un tinto hasta un dulce.

Incluir el vino como una de las ideas para cenas de empresa se puede convertir en la clave de un encuentro exitoso y recordado por todos los participantes. Sobre todo, si se hace utilizando algunas de estas ideas, que han demostrado que funcionan en decenas de ocasiones.